Adiós a Macondo
El botánico inglés Arthur Tansley revolucionó el mundo científico en 1935 con el concepto de “ecosistema”, formado a partir de la expresión griega de la que proviene la palabra economía (Oikonomia - administración de la casa). El gran aporte de Tansley, casi 80 años después de la publicación de ‘El Origen de las Especies’ de Darwin en 1856, fue ampliar el esquema analítico de la biología evolutiva, que solo consideraba las interacciones entre los seres vivos como factor determinante, resaltando que también debía evaluar las condiciones del hábitat en el que estos interactúan.
Para muchos economistas, incluido este columnista, las ideas de Darwin y Tansley han influenciado de manera especial la forma de estudiar y entender los mecanismos a través de los cuales las personas, las empresas y las instituciones se relacionan. Precisamente, la semana anterior el premio Nobel de economía se otorgó a tres investigadores por sus análisis sobre el mercado laboral en los que utilizaron técnicas de experimentos naturales.
Las principales economías latinoamericanas enfrentan el viejo conocido fantasma del populismo en la actual coyuntura global, marcada por los efectos de la pandemia, la revolución digital, el auge de las redes sociales, la exaltación de identidad propia en las antiguas colonias europeas, los reclamos de igualdad de oportunidades y la pérdida de confianza en las instituciones. Las ideas de Darwin y Tansley parecen ser más útiles que las herramientas de análisis macroeconómico para comprender las emociones y reclamos en la región.
Tras haber avanzado de forma destacada en las últimas décadas en la lucha contra la pobreza y mejorado las condiciones de vida de sus ciudadanos, desde hace algunos años los países latinoamericanos parecen sumidos en el caos y a punto de perder mucho de lo logrado en democracia en poco más de dos siglos de independencia, como ha ocurrido en Venezuela y Nicaragua.
El más reciente informe de Latinobarómetro, elaborado con base en más de 20.000 encuestas aplicadas en 18 países de la región y titulado ‘Adiós a Macondo’, destaca cómo la hiperconectividad y el libre acceso a la información han impactado radicalmente la forma en que las personas interactúan y forman sus opiniones. Estas sociedades están clamando por cambios.
Las principales desigualdades percibidas por los latinoamericanos corresponden al acceso a salud (47%), educación (43%) y oportunidades laborales (42%). En estos frentes, Colombia supera el registro regional (65%, 56% y 54%, respectivamente). Mientras 63% de los latinoamericanos, entre ellos 86% de los uruguayos y 74% de los chilenos, identifica la democracia como mejor sistema de gobierno, solo 57% de los colombianos respalda esta visión. A escala local, el Programa Cali Cómo Vamos reveló recientemente que el 66,3% de los caleños cree que las cosas en su ciudad van por mal camino y algo similar está ocurriendo entre bogotanos y antioqueños.
En la era de la información, las sociedades más igualitarias, en las que la educación, el esfuerzo y el talento son motores de crecimiento económico, prosperidad colectiva y superación personal, abrazarán con fervor la democracia y la economía de mercado. Las instituciones y líderes deben persistir en resaltar los avances alcanzados, deben comunicar e inspirar sabiendo que la audiencia está expuesta a múltiples fuentes de información y contrasta siempre con la realidad. Macondo y sus habitantes ya no son como eran antes.