¿Por qué Cali?
Las manifestaciones multitudinarias y pacíficas, así como los actos vandálicos y violentos que tuvieron lugar en Cali en los últimos días capturaron la atención del país y el mundo. Muchos se preguntan qué tiene de especial la ciudad para que esto sucediera primero en ella, como preludio de lo que ocurriría en otras días después.
Se deben revisar entonces las particularidades más notorias de Cali frente a otras principales ciudades como lo son su geografía, historia, estructura social y económica. La capital del Valle se ubica entre los 1.000 y 4.000 metros sobre el nivel del mar entre el Río Cauca y el Parque Nacional Farallones de Cali. En su zona montañosa apartada se preservan tradiciones campesinas. Está a dos horas de resguardos indígenas en el Cauca y del nodo portuario de Buenaventura, principal ciudad del Litoral Pacífico. Cali está menos segregada espacialmente y es menos desigual que Medellín y Bogotá. Su geografía facilita el encuentro de sus habitantes en la cotidianidad.
Entre las principales ciudades del país, Cali registró el mayor desarrollo relativo en términos económico y sociales durante el Siglo XX. Fue designada casi por accidente como capital del Valle al ser creado como Departamento en 1910. Entonces, buscaba afianzarse entre las 10 principales ciudades de Colombia. La apertura del canal de Panamá, el Ferrocarril del Pacífico, las exportaciones de café y manufacturas de otras regiones, la llegada de varias empresas de capital extranjero y la consolidación de un diverso tejido empresarial local en el Departamento impulsaron el crecimiento de la capital. A mediados de la década del 50, Cali ya era la tercera ciudad más importante del país habiendo superado a Barranquilla y llegó a disputar el segundo lugar con Medellín a inicios de los 90.
El extraordinario ciclo de crecimiento fue acompañado de un continuo flujo migratorio desde otros municipios del Valle, Antioquia, Cauca, Nariño, el altiplano cundiboyacense, Tolima, Eje Cafetero y el litoral pacífico. La mayoría de los abuelos de los caleños con más de 20 años de edad no nacieron en la ciudad. Cali es una gran amalgama en evolución de generaciones y culturas.
La apertura económica de los 90, la recesión del 99, el recrudecimiento del conflicto armado, el narcotráfico y las malas administraciones frenaron el ímpetu económico. El auge minero energético del país entre 2003 y 2013 afectó vía tasa de cambio la competitividad del Departamento. En 2014 inició un corto periodo destacado de crecimiento, que sería abruptamente interrumpido por la pandemia, arrastrando a 376.000 personas a la pobreza en la ciudad.
El Informe de Competitividad Departamental publicado por el Concejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario muestra que en 2020 Cali y el Valle del Cauca fue la tercera región más competitiva del país y su estructura productiva la más diversificada y sofisticada. El Departamento, con apenas 2% del territorio nacional, aporta 10% del PIB, es el principal productor agrícola y agroindustrial, conforma el segundo enclave manufacturero más importante junto al norte del Cauca y avanza a consolidarse como una de los epicentros de Latinoamérica para la exportación de servicios tecnológicos.
En Cali conviven la modernidad con la violencia y el rezago social. Es la ciudad con mayor población afro y la que le ofrece a esta población más oportunidades, pero muchos siguen hoy marginados. Acoge compañías extranjeras y cuenta con un robusto tejido empresarial local. Está cerca a otras grandes ciudades como Medellín y Bogotá, siendo la ciudad más próspera de una región pobre como la pacífica. Se ubica en un fértil valle interandino y su competitividad se soporta en el privilegiado acceso al Pacífico a través de Buenaventura, su ciudad hermana.
La principal fortaleza de Cali es su diversidad. Su gran desafío es construir a partir de ella y armonizar su desarrollo económico con la evolución permanente de su estructura social y demográfica.
El éxito de Cali será el triunfo de la diversidad. No más bloqueos permanentes, no más abusos de autoridad, no más violencia.