Aférrate a aquello que te hace diferente
Desde niños deseamos convertirnos en nuestros héroes, en tanto que nos pasamos muchos años pensando en cuál será la profesión ideal. Si tan solo siguiéramos en la práctica permanente de aquello en lo que sobresalimos tendríamos un paso adelante en nuestra vida futura.
En muchos casos de jóvenes, las profesiones fueron definidas a priori por los padres opacando el talento, así sea para cumplir con una actividad que pareciera insignificante. En mi sentir, creo que cada ser humano debe aferrarse a todo lo que lo hace diferente como eje de vida.
Otras personas se encontraron con la barrera del sistema educativo que castra cualidades de un elevado número de niños, porque algunos formadores no están diseñados para promover talentos diferentes a los modelos ya conocidos y aceptados.
Y como si esto fuera poco, luego de vencer toda suerte de obstáculos, se suma el papel inquisidor de la sociedad que es el que termina por frustrar el talento, porque muchas veces denigra y ridiculiza los sueños de tantos jóvenes, apagando el fuego de su pasión. A todo lo anterior se agrega el papel de un sistema financiero que inexplicablemente empuja más el otorgamiento de créditos para estudiar que el apoyo para el emprendimiento de los jóvenes.
De los supuestos niños víctimas de matoneo, o que en apariencia figuran como retraídos, extraños o conflictivos por defender sus sueños, salieron exitosos solamente aquellos que perseveraron, porque la mayoría terminan en el carrusel de lo cotidiano e inmersos en trabajos indeseados y frustrantes.
Para hacer válida la frase: “los sueños sí se cumplen”, se necesita la práctica con disciplina y perseverancia de lo que amamos y hacemos con una verdadera diferencia. De esta manera el buen emprendimiento nos lleva paso a paso en silencio hasta que tengamos las llaves de la fortuna en nuestras manos.
Cuando buscamos nuestras metas se encuentran tormentas que parecieran alejarnos del éxito, sin entender que nos están limpiando el camino, así que la paciencia y el sacrificio son indispensables para alcanzar cualquier propósito . Lo que más cuesta en la vida es lo que más se valora, es una cultura del esfuerzo que termina por aumentar la inspiración, la creatividad y ayuda a entender que nada es regalado.
Hace poco se pensaba que ser futbolista, ciclista, tenista, cantante y muchas otras actividades más, eran para “vagos con inferioridad intelectual” que gastaban el tiempo en deportes o en tareas supuestamente sin futuro que paradójicamente terminan siendo más lucrativas que otras profesiones en las cuales se dedican años de estudio, aprendizaje y lectura.