Planes de desarrollo, en pausa activa
En medio de la emergencia sanitaria declarada para contener y mitigar el avance de la pandemia que nos afecta, los gobernadores de los 32 departamentos y los alcaldes se han visto obligados a suspender uno de los procesos más importantes en la concepción y perfeccionamiento de sus planes de desarrollo: el de la socialización, es decir, el de la participación ciudadana.
La atención de la contingencia no da espera y en ese escenario el confinamiento preventivo no podrían -al menos por ahora- cumplir a cabalidad, como es el propósito de todos ellos, un mandato emanado de la jurisprudencia de la Corte Constitucional en el sentido de que los procesos de elaboración, ejecución, seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo, tanto a nivel nacional como a nivel de las entidades territoriales, deben ser, en lo posible, participativos.
Al fin y al cabo, como bien lo recuerda la corporación, uno de los fines esenciales del Estado es facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política y administrativa de la Nación.
Por eso ha hecho bien el Gobierno Nacional, a través de la Ministra del Interior, el Director de Planeación Nacional y la Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República en atender una solicitud elevada por los mandatarios regionales a través de la Federación Nacional de Departamentos para que la fecha de entrega de los planes de desarrollo, prevista inicialmente para el 31 de mayo, sea postergada.
En condiciones normales los dos meses que aun restan serían suficientes para recibir los aportes de la ciudadanía y hacer de la hoja de ruta del desarrollo regional un ejercicio consensuado y esencialmente democrático. Pero como el coronavirus es un problema atemporal, no podemos permitir que dé al traste con ese propósito.
Algunos gobiernos territoriales están más avanzados que otros en esta tarea, pero todos quieren darle ese sustento de legitimidad social a sus planes, de la misma manera en que lo hizo en su momento el presidente Iván Duque Márquez cuando construyó el suyo.
Los planes de desarrollo son demasiado importantes para dejarlos en manos de la urgencia o el azar. En ese orden de ideas podemos decir que, por ahora, se encuentran en una especie de “pausa activa” durante la cual los gobernadores y alcaldes buscarán prodigarles los refuerzos que demandan las actuales circunstancias.
Al lado de la Ley de Regiones y de la reforma en ciernes al Sistema General de Regalías, los planes de desarrollo serán fundamentales para el avance de las entidades territoriales en esta nueva era del proceso de descentralización y autonomía. Su formulación coincide con la eventual apertura de nuevos escenarios, como el trabajo de la Comisión de Estudios del Sistema Tributario Territorial y la Comisión de Alto Nivel del Sistema General de Participaciones para revisar los ingresos de los departamentos, y fortalecer su capacidad de atender las competencias asignadas y generar recursos propios”.
En síntesis, el proceso de construcción de las cartas de navegación de las administraciones territoriales dispone de insumos muy importantes, pero aún hace falta uno que es esencial: el aporte de la ciudadanía.
P.D. Desde la FND apoyamos, con sentido de solidaridad y responsabilidad social, las iniciativas #TodosSomosRegión y #AyudarNosHaceBien a favor de los colombianos más vulnerables en todos los departamentos.