Creación de oportunidades
Dos años después del inicio de la pandemia y ante la perspectiva de su eventual mitigación, es importante reflexionar sobre el papel de las cooperativas y, en general, de la economía social y solidaria (ESS), en los procesos de adaptación y recuperación económica.
¿Qué puede aportar este modelo de innovación en la gestión socioeconómica al desarrollo sostenible para alcanzar una prosperidad común y colectiva? Algunas propuestas :
- Avanzar hacia un modelo de desarrollo que ponga al ser humano en el centro de sus preocupaciones. La pandemia descorrió el velo de la indiferencia frente a la cada vez mayor desigualdad y exclusión. También ratificó que, en esta nueva era de desarrollo económico, la ventaja se sigue concentrando en las grandes corporaciones tecnológicas, inclusive por encima de los Estados desarrollados. De allí que se requiera una ciudadanía activa, que atienda los desafíos de este siglo a partir de valores y principios humanos, como base para garantizar sus derechos.
- La agenda 2020 - Objetivos de Desarrollo Sostenible constituye una guía de acción de la sociedad para afrontar con mayor solidaridad y capacidad de gestión, de inclusión y de equidad los cambios propios de la sociedad, su adoptabilidad a los mismos y la posibilidad de avanzar como especie hacia unos nuevos estadios de desarrollo humano.
- El futuro del trabajo centrado en las personas, además de “restablecer la dignidad del trabajo”, como un reconocimiento al aporte del individuo como ser social que interactúa con otros en un espacio/territorio físico/virtual y que aporta al bien común, garantiza un nuevo escenario para el diseño del nuevo mundo del trabajo y, por tanto, debe instaurarse “como base de las políticas económicas y sociales y de la práctica empresarial” .
- Las cooperativas y ESS deben ser reconocidas como gestoras del desarrollo humano con equidad, para lo cual se requiere avanzar como nación, como movimiento y como sector hacia una cultura de la solidaridad económica, cooperación y ayuda mutua. Ello implica una estrategia integral ante la sociedad para posicionar su oferta de valor, que es la búsqueda continua del bienestar de las personas, para contribuir a reducir la desigualdad y a aportar en la construcción de una sociedad más próspera.
Entre las acciones que debemos adelantar para alcanzar esos propósitos compartidos, mencionamos:
Desarrollo y fortalecimiento institucional
- Entorno adecuado para el desarrollo empresarial y el emprendimiento cooperativo y de ESS, en especial en el sector real de la economía, el cual debe ayudar a que este tipo de organizaciones inicien o fortalezcan su actividad, se consoliden y expandan.
- Mayor sensibilización e impacto positivo de la ESS y cooperativa entre nuevos públicos.
- Marcos jurídicos adecuados para que el cooperativismo y la ESS prosperen en Colombia.
- Regulación y supervisión acorde con la naturaleza especial de esta clase de entidades “con el fin de facilitar la aplicación de los principios cooperativos, proteger y promover el desarrollo de las instituciones de la economía solidaria y, especialmente, promover y extender el crédito social”.
Creación de capacidades y oportunidades:
- Fomento a la organización de personas y comunidades en cooperativas y ESS para la producción, el trabajo y el consumo.
- Desarrollo rural integral y fortalecimiento de los territorios o circuitos económicos cooperativos y solidarios, como estrategia de desarrollo local y regional.
- Formalización del trabajo digno y sostenible y de empresas a través de cooperativas y de ESS, para contribuir a la recuperación económica de largo plazo.