Una realidad de los seres humanos es la necesidad de capacitación (estar al día) y entrenamiento en lo que se tiene como actividad de vida y trabajo. La constante del cambio y la velocidad de lo que sucede en la tecnología, para citar solamente dos escenarios, hacen que sean actividades que todas las personas y organizaciones deben (tienen que) tener como parte de la rutina. Pero la realidad es otra y son muy pocas las que eso hacen.
El marketing es una actividad y función organizacional que exige que la capacitación y el entrenamiento permanentes sean parte de los planes estratégicos que se elaboran y desarrollan, porque es una actividad dinámica en la que todos, sin excepción, están involucrados, como tantas veces comentaron gurús como Drucker y Levitt.
En alguno de los tantos seminarios que se dictan sobre el tema se habló de la necesidad de mantener un programa ininterrumpido de “capentre”, cuya ausencia en el proceso logístico es uno de los pecados (errores) que la gente de mercadeo comete, porque son muy pocas las acciones de un verdadero endomarketing o mercadeo interno que se desarrollan.
Las comunicaciones mercadológicas, que algunos piensan como publicidad y algo más, se dan en todo momento y la desarrollan todo y todos, como afirmó John Maxwell cuando dijo que “todo y todos comunican y no se puede no comunicar”. Más de 80% del tiempo transcurre en medio de comunicaciones según los expertos, y la potestad de prestar atención, interpretar y recordar depende de las creencias, conocimientos y principios que cada quien tiene.
Es por ello que una idea, una pregunta, una información, es decir, cualquier cosa que se desee comunicar se debe hacer dependiendo de los receptores para que sea efectiva. No es lo mismo hablar de lo que es y hace una organización cuando se trata de hablar a jóvenes o adultos, a quienes conocen y a quienes no, a quienes han experimentado lo que se ofrece y a quienes no.
El mensaje debe ser el mismo (comunicaciones integradas de marketing), pero la forma debe ajustarse a quienes son (serán) los receptores. Y para hacerlo efectiva y adecuadamente se necesita saber comunicar. Hoy hay múltiples medios para hacerlo, y como varias veces se ha comentado, hay que saber utilizarlos, lo que implica estar al tanto de cómo funcionan y saber qué y cómo decir lo que se ha de decir.
Eso solamente, para citar un ejemplo, lo hacen todos en una organización, laboral y socialmente, y requiere capacitación y entrenamiento permanentes, porque como dice el dicho, “la práctica hace al maestro”. Donald Walton lo explica en el libro ´¿Sabe usted comunicarse?´ escrito a finales del siglo pasado.
Cuando se mencionan capacitación y entrenamiento en marketing no se refiere solamente a que deban hacerlo quienes hacen parte de la orientación de la actividad sino a todo el personal que conforma la organización. A que se explique (capacite) y entrene a todos para que se pueda lograr una verdadera cultura mercadológica y un efectivo desarrollo logístico de formación y mantenimiento de mercados.
Algunos piensan que por saber hablar y (medio) conocer el entorno o medio de trabajo es suficiente para desarrollar la función organizacional que es el marketing. Gran error, y causa de muchos malentendidos que diariamente ocurren. Todos en marketing, requieren “capentre”.