Desde hace muchos años se ha dicho en el mercadeo práctico que “mucho no es más y más no es mejor”, lo que quiere decir que cantidad no implica calidad, y que cuando ello se da (cantidad), la calidad sufre una disminución casi que automáticamente.
Son muchos casos los que han demostrado y lo siguen haciendo, tanto en nuestro medio como en el mundo entero, que se han escrito libros y adelantado análisis al respecto tratando de prevenir esos excesos de oferta o extensiones de línea o marca.
En el marketing en la práctica se entiende que un cliente fiel es resultado de una acción gana-gana, pero este aspecto se ha interpretado de muchas maneras, equivocadas la mayoría de las veces. Y como alguien decía, lo triste es que ha pasado, pasa y va a seguir pasando por la manera como se están dando las cosas.
Las relaciones humanas tienen fundamentación en ese principio (gana-gana), generando los beneficios que como personas se derivan de las buenas relaciones.
Cuando las organizaciones comerciales pensaron que ofreciendo más, muchas veces de lo mismo, y estando en la mayor cantidad de sitios, el mercado respondería de manera más activa y con mayor satisfacción, se equivocaron, haciendo que los resultados concedieran la razón a lo afirmado, que muchas veces “mucho no es más y más no es mejor”.
Bien sabido es que el crecimiento tiene sus etapas y que es un proceso progresivo, lo que también se da en los mercados, sean los que sean, y que también se saturan, además de que no se puede ser todo para todos.
Son numerosos los casos de organizaciones que han tenido que cerrar locales y reducir personal, tanto de grandes como de medianas y pequeñas, famosas y sin el reconocimiento que adquirieron algunas que otrora sirvieron de ejemplo a las que empezaban. Sears, Toy’s R Us, Starbucks, Macy’s, bancos, cadenas de farmacias y restaurantes, y muchas otras que continúan anunciando cierres y despidos.
Con la alta variedad de ofertas para el mismo mercado, o tantos establecimientos del mismo oferente funcionando en áreas relativamente reducidas, se genera un hasta cierto punto lógico canibalismo, que en los plazos mediano y largo, en el mejor de los casos, comienza a ocasionar lo que se ha visto y continúa apreciándose en el mundo, sin que ello sea indicativo o causa de quiebra o desaparición, necesariamente, pero sí de preocupación y de habladurías de muchos integrantes del mercado.
Para que exista un verdadero gana-gana en todos los sentidos y se obtenga la fidelidad que todos buscan, todas las partes involucradas deben demostrar cierto nivel de sacrificio. Una cosa es facilitar la vida y otra muy distinta es eliminar hasta los más mínimos niveles de esfuerzo que deben darse en y para todos. Es como el proceso educativo: a los niños hay que educarlos, no malcriarlos dándoles todo lo que piden bajo las condiciones que establezcan.
Se trata es de atraer a quienes hacen parte del grupo objetivo desarrollando y manteniendo un proceso logístico ininterrumpido, sin final, evitando caer en lo que se puede convertir en acciones de servilismo, pensando que con ello se logrará una mayor participación de mercado y más altos niveles de satisfacción y lealtad.
Por eso, básicamente, muchas veces menos es mucho mejor, y así, podrá lograrse un éxito mayor y una sostenibilidad más segura. Para pensar, sobre todo en esta época que ya comenzó.