Todavía se escucha, casi sin sorpresa, a miembros de grupos directivos sobre todo de organizaciones que gozan de estabilidad y aceptación, decir que no han trabajado mercadeo y que no lo necesitan. ¡Como si para aplicarlo se necesitara saberlo!, como diría Marcos Cobra.

Son casos en los cuales el marketing aplicado es el llamado Mercadeo Intuitivo, que no es otra cosa que mercadeo por sentido común o por intuición, que funciona. Es que los seres humanos lo usan y aplican desde la infancia, como cualquiera de las ciencias, aun sin saber de qué se trata y cómo se usa.

El consultor y autor Kevin Clancy escribió sobre el mercadeo contraintuitivo y dijo que la competencia y a la globalización de los mercados, harían cada día más necesario el uso de investigación, comunicación, neurociencias, psicología y otras ciencias para un efectivo mercadeo, porque la lucha por los clientes sería más compleja. No dijo, y con mucha razón, que el sentido común y la intuición fueran a desaparecer de las acciones de marketing.

Como se ha dicho, para aplicar muchas ciencias no se necesita conocerlas ni saber de ellas. La química, la física, la psicología, por ejemplo, son de mucha utilización en los juegos de la infancia y en todas las actividades del deporte; igualmente en la vida familiar y social, en la gastronomía, en todo, las leyes que rigen esas ciencias son utilizadas sin conocerlas, y muy bien, por sentido común y por intuición, o por experiencia. Cuando se adquieren los conocimientos sobre ellas, se cae en cuenta de que lo que se ha hecho y hace obedece a la aplicación de las leyes; entonces se planifica y se pueden ahorrar muchas cosas.

Todos los actos de los humanos son desarrollados aplicando las leyes de todas las ciencias, sin conocerlas.

El monopolio es una diversión que desde niños, sin estudiar economía, administración, finanzas y mercadeo, por ejemplo, se tiene como un juego en el que muchos menores les ganan a los mayores, aún a aquéllos que ya han tenido conocimiento y experiencia. Sentido común, intuición y suerte.

Los deportes son practicados desde la infancia, sin haber asistido a clases donde se comparte el conocimiento; y para ellos, para la actividad atlética, la física, las ciencias de la salud, y otras, son aplicadas todo el tiempo.

Lo mismo pasa con el mercadeo: se hace investigación, se adelantan procesos de segmentación, se determinan las bases del posicionamiento y la comunicación estimuladora, se desarrollan acciones de mantenimiento de clientes, se adelantan los análisis del ciclo de vida de las ofertas, etc., haciendo uso de todo lo que en mercadeo se trabaja para generar resultados positivos, siendo ello muchas veces sin conocimiento de lo que se está haciendo; por puro y simple sentido común e intuición, con suerte.

La realidad es que a medida que aparecen nuevos competidores aumentándose la oferta, cuando la tecnología es herramienta fundamental y cada vez más compleja, cuando el conocimiento es posterior a la práctica, cuando la sociedad cambia los patrones de comportamiento, entre otros factores, hay que saber cómo se deben hacer las cosas de manera más segura y obteniendo mayor rendimiento en todo para más beneficio de la sociedad. Por todo ello, sabiendo y con planes, el mercadeo funciona mucho mejor.