Aunque el presidente desconoce la importancia de las Pyme en el país, hay que recordarles a éstas que el mercadeo es fundamental para el desarrollo y ser exitosas.
Philip Kotler y muchos otros han hablado y escrito sobre los pecados que cometen, los cuales son cometidos también por muchas organizaciones de las llamadas grandes. Los expertos han considerado los más frecuentes, y analizando lo que sucede en nuestro medio podría afirmarse que los siguientes son los que más se cometen, sin ser los únicos.
Debilidad o ausencia de mercadeo pensando que el marketing es solo para grandes organizaciones es más bien común entre las Pyme. La falta de comprensión sobre lo que significa y cómo aplicarlo es frecuente por la prácticamente inexistencia de cultura mercadológica. En realidad, es más sencillo dirigirlo y trabajarlo en las Pyme. Pero para ello hay que contar con un guía capacitado que lo dirija y oriente adecuada y efectivamente, pecado que se observa en todos los campos.
Errores de planeación y posicionamiento. El afán de sobrevivir y salir de los problemas diarios, sumado a las consecuencias de la pandemia y a la incertidumbre que está generando el gobierno, pudiendo decirse que se está casi que tratando de apagar incendios, hacen que las Pyme, principalmente, cometan errores en la elaboración del plan de actividades que deben desarrollarse, lo que genera descuido para posicionar competitivamente una organización y sus ofertas, pues se pierde con suma facilidad el enfoque. Por lo anterior, es aconsejable elaborar un plan de marketing breve, corto, de los llamados tácticos, sabiendo con claridad para dónde se va, con posicionamiento competitivo claro y fuerte.
Alta dependencia de uno o pocos clientes. Muchas de las organizaciones consideradas Pyme depositan “los huevos en una sola canasta” o pocas, generándose una alta dependencia que ante una oferta tan amplia como la existente, y las guerras de precios que se dan, llevan a la aparición de problemas muy serios cuando se pierde un cliente. Además, fidelizar a un cliente que siente la alta dependencia que se tiene de él es muy complicado por el dominio que ejerce, lo cual puede llevarlo a ser casi que director. Es de mucho cuidado.
Poca tecnología. Por ser Pyme se piensa que la tecnología es más asunto para los grandes. Un mundo como el actual requiere de mucho uso y actualización de ella, y por costos este pecado es muy frecuente. No es solo computadores; es mucho más.
Debilidad y falta de manejo financiero. El hecho de no poseer grandes capitales hace que esa falta de dinero evite o retrase el desarrollo de muchas actividades que se deben ejecutar.
Ser todero. Es muy frecuente que el propietario, o los socios, desempeñen varias acciones administrativas y operativas en las Pyme. Y aunque en la academia se dice que las grandes corporaciones nacieron así, hay que decir que eran otros tiempos y las cosas se daban de muy diferentes maneras. Ser todero es un error y un alto riesgo, pues hay que entender que hoy hay que aplicar aquello de “zapatero a tus zapatos”.
No es fácil. Trabajar bajo los principios del mercadeo práctico bajo las circunstancias actuales requiere de un personal de marketing muy bien capacitado. Difícil, pero se puede.