Para el buen funcionamiento de una máquina su engranaje debe estar perfectamente sincronizado. Este es el caso del sistema presupuestal colombiano en el que sus dos elementos medulares para la programación y planificación presupuestal, la Regla Fiscal y el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp), deben estar alineados para trazar la ruta de las finanzas públicas en un marco de sostenibilidad.

Esta debe ser entendida como la combinación de las fuentes de recursos y el gasto público, que permita al Gobierno cumplir con sus compromisos del servicio de la deuda, sin traumatismos financieros, que afecten la credibilidad del país en el manejo de sus finanzas públicas.

Para el cumplimiento de la Regla Fiscal, se debe garantizar un ambiente económico en términos de crecimiento (alto y sostenido) y tasas de interés que ayuden a su cumplimiento y a garantizar la sostenibilidad de las mismas finanzas.

En este sentido, es importante respetar la Regla Fiscal, para seguir el proceso de consolidación de las finanzas públicas y despejar su sostenibilidad en el corto y mediano plazo.

De acuerdo con esta, la brecha entre los ingresos y los gastos (sin intereses de deuda) debe ir disminuyendo a futuro, de tal manera que se reduzcan las necesidades de financiamiento a través de préstamos. Así, en los siguientes años se disminuirá el saldo de la deuda pública del GNC. En este sentido, la deuda no debe superar el 71% respecto al tamaño de la economía y debe ser en promedio 55% respecto a esta.

El saldo de la deuda del sector público en 2022 representó 70,6% del Producto Interno Bruto, lo cual significó una reducción de 2,7 puntos porcentuales del PIB respecto a 2021. Actualmente, existe preocupación por su tamaño, ya que esta tiene un saldo de $1.033 billones (52,2% corresponde a interna y 47,8% a externa), cifra que es similar al gasto que plantea el Gobierno en el plan plurianual de inversiones.

Así mismo, preocupan los efectos que sobre la misma, tiene la volatilidad de la tasa de cambio con el dólar.

Por otra parte, en el Mfmp, se fijan las metas de sostenibilidad fiscal del GNC con soporte en un contexto macroeconómico y de una estrategia fiscal para lograrlo, de tal manera que refleje el cumplimiento de la regla fiscal en la siguiente década.

Cada año, el Mfmp es actualizado por parte del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, recogiendo los cambios registrados en la coyuntura nacional e internacional, y su incidencia en la perspectiva de las finanzas públicas.

En la actualización del Mfmp que se revelará a mediados de junio de este año, esperamos la confirmación del compromiso del cumplimiento de la Regla Fiscal y que esté soportado en toda la estrategia fiscal, teniendo en cuenta el panorama actual de los precios del petróleo, tasa de cambio, inflación, crecimiento económico, entre otros elementos macroeconómicos.

Es importante que la autoridad fiscal continúe mostrando el empeño en el respeto y cumplimiento de las metas establecidas en la Regla Fiscal, y en esa línea los programas de gasto social, que se traducirán en menor pobreza y más equidad para la población.

Estos dos elementos del sistema presupuestal y de la política fiscal, no sólo deben tener en cuenta los efectos de la reforma tributaria, sino los efectos fiscales del Plan Nacional de Desarrollo, y de las reformas que se están tramitando, como la de salud y la de pensiones.

En el caso de las reformas mencionadas he manifestado mi preocupación por los costos reales y su financiamiento. En la de la salud, las cifras preliminares presentadas por el Gobierno nacional hacen referencia a $114 billones entre 2024 y 2033, y en el caso de la reforma a las pensiones, el costo de una renta solidaria a los mayores de 65 años en estado de pobreza, podría ascender a $6,33 billones.

Finalmente, hago un llamado no solo a la sostenibilidad fiscal sino a la estabilidad macroeconómica del país, y que el Gobierno a través del gasto en los programas sociales, avance en mayor bienestar para los colombianos.