Analistas 01/06/2021

E-Xports

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

Con el crecimiento fenomenal del comercio electrónico transfronterizo, estamos frente a una de las más grandes revoluciones en el comercio internacional. Son aquellos negocios que utilizan tecnologías de la información en sus actividades de información, producción, distribución y acceso al consumidor para llegar a mercados internacionales con bienes o servicios, tanto en los mercados directos a los consumidores (B2C), como entre productores (B2B). Este crecimiento se debe a las inminentes ventajas del comercio electrónico, que logra reducir los costos de transacción en los procesos de mercadeo e investigación de mercados y la reducción de inventarios, ya que el acceso al pulso del mercado en tiempo real le permite tomar mejores decisiones, haciendo más eficiente el manejo de inventarios. La existencia del comercio electrónico entre empresas logra reducir el tiempo de los ciclos de producción por mejor eficiencia en la cadena de suministro y, finalmente, esta modalidad de comercio amplía, sin lugar a dudas, las oportunidades de negocios, por el permanente y rápido acceso a información y clientes. Los anteriores factores constituyen ventajas competitivas innegables en el comercio exterior.

A lo anterior se suma la nueva realidad que emerge de la pandemia, que ha disparado el comercio electrónico de manera significativa. De acuerdo con un informe de Unctad, la participación del comercio minorista en línea subió de 14% en 2019 a 17% en 2020. Es que según esta misma fuente, la plataforma Mercado Libre vendió el doble de productos por día en el segundo trimestre de 2020, comparado con el año anterior. La plataforma africana Jumi vio crecer sus transacciones en 50% en los primeros seis meses de 2020. Cifras similares registran China y Estados Unidos, entre otros. Los países están haciendo enormes esfuerzos por ampliar la capacidad de comunicación digital, a la vez que crecen plataformas de comercio global como Amazon y Alibaba, lo que a su vez genera un impulso a esta modalidad de comercio.
Evidentemente, el sector más favorecido es el de servicios, que puede realizar transacciones internacionales con bajos costos de transacción. Ya en 2008 “se estimaba que el comercio electrónico de servicios en los EE.UU. valía más de medio trillón de dólares y era el sector de mayor crecimiento de comercio exterior.” En esta categoría entran todos aquellos bienes no transables, como la investigación y desarrollo, el manejo de inventarios, el control de calidad, servicios de cómputo, marketing, apoyo de posventa, entre otros. Un buen ejemplo de esto es el establecimiento en Colombia de gran cantidad de call centers y data centers, que han ganado importancia en la exportación de servicios del país.

Otros ganadores de esta nueva realidad pueden ser las medianas y pequeñas empresas, que han tenido dificultad en el acceso a los mercados internacionales por el costo que ello implica. Abre esta realidad la posibilidad de llegar directamente al consumidor y tercerizar el despacho con una compañía internacional de paqueteo (UPS, DHL). En la Cámara de Comercio Colombo China se está haciendo el esfuerzo de abrir un “Marketplace Colombia”, en una plataforma que llega al consumidor chino y que permitirá a pequeñas y medianas empresas llegar a este importante mercado.
E-Xports es la gran oportunidad de diversificar nuestro portafolio exportador con productos y servicios de pequeñas y medianas empresas colombianas.

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