Analistas 28/03/2023

Mundo multipolar

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

Para finales de la década del 60 del siglo pasado, Rusia (entonces la Unión Soviética) y China estuvieron al borde de un conflicto militar de gran escala por disputas fronterizas. En ese momento, China no se percibía como una potencia económica y política a nivel mundial mientras la Unión Soviética era el contrapeso en el mundo al dominio de los Estados Unidos.

Estaba el mundo dominado por dos grandes potencias que protagonizaron desde finales de la segunda guerra mundial hasta Gorbachov una “guerra fría”, que tuvo repercusiones en todos los rincones del mundo.

Ese mundo bipolar de los primeros 30 años del siglo pasado empezó a modificarse con la selección de Gorbachov que llegó al poder en 1985 y en 1987 promulgó en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista el programa de Perestroika que sería una propuesta revolucionaria llamada a vitalizar el anquilosado aparato político, económico y social heredado de la época estalinista.

Se trataba de una transición hacia una economía de mercado a la vez que adoptó una política de mayor transparencia mediante el Glasnost que provocó que el andamiaje de la Unión Soviética se viniera abajo y esto puso fin a la bipolaridad y emergió el capitalismo, representado en los Estados Unidos como el polo dominante del escenario político, económico y militar.

El siglo XXI empezó a dibujar un escenario diferente y ese dominio absoluto de Estados Unidos se vio amenazado por el gran crecimiento y presencia internacional de China y por el resurgimiento de una Rusia Imperial bajo la tutela de Vladímir Putin. En efecto para 2010 la República Popular China se consolidó como la segunda economía más grande del mundo sobrepasando a Japón y 2013 lanzó la iniciativa de La Franja y La Ruta que le ha permitido mediante mecanismo de cooperación e inversión afianzar una enorme influencia en diversos rincones del mundo. Con XI Jinping a la cabeza esta nación asiática se ha consolidado como una potencia mundial que ha proyectado como un nuevo polo económico y geopolítico en el contexto mundial.

Por su lado en el siglo XXI rusia ha consolidado un poder económico a través de sus inmensos recursos naturales. Desde 2016 se convirtió en el principal productor de petróleo del mundo y con sus reservas de gas natural se posicionó como el gran proveedor de gas natural de Europa convirtiéndose en un jugador estratégico en la geopolítica mundial.

Ese poder sumado a su ancestral temor por los avances de occidente ha llevado a Rusia a buscar mantener su influencia en las regiones que lo separan de occidente tales como Bielorrusia y Ucrania. En la primera con un gobierno títere mientras en la segunda mediante una brutal invasión de Crimea y una guerra que amenaza con la paz mundial.

Con un mundo multipolar con tres grandes jugadores en el escenario geopolítico, los posibles escenarios de conflicto se multiplican y las alianzas entre estos tres grandes jugadores pueden determinar el rumbo del universo en los próximos años.

No obstante, de cara al futuro, la confrontación será por la supremacía tecnológica y en ese escenario Rusia no parece ser un jugador importante. La transición energética está llamada a minimizar su poder a la vez que China y Estados Unidos libran una batalla por esa supremacía tecnológica que generará mayor innovación y progreso para la humanidad. La tecnología provocará una transición de la multipolaridad nuevamente en la bipolaridad.

TEMAS


Unión Soviética - China - Rusia