Analistas 19/12/2023

¿Pasó el susto?

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

Terminando 2024 y ya con casi año y medio de gobierno y en medio de una crisis económica que no veíamos desde 99, está empezando a pasar el susto a dos temas fundamentales. En primera medida el susto de que a punta de un gasto irresponsable propio de una política populista se atornillaría el gobierno con miras a prolongar su mandato más allá de los cuatro años que le corresponden. Por el contrario, el manejo irresponsable de muchos aspectos de la administración pública le ha valido, no un fervor popular sino un rechazo cada vez mayor, según indican las encuestas y hoy por hoy ni el propio presidente considera que haya posibilidad de prolongar su período. Contrario piensan amigos venezolanos que ven en Petro la reencarnación de Maduro, opinión que no comparto.

Un segundo aspecto que tenía aterrado a ciertos sectores de la sociedad era la fortaleza de los pesos y contrapesos en cabeza de las diferentes instituciones que no forman parte del ejecutivo. Si bien el Congreso ha sido ampliamente “enmermelado” y los partidos no han tenido la entereza que requieren las discusiones de los proyectos de ley, en especial en el tema de salud, ya que una cosa es la que anuncian y otra diferente su comportamiento en los debates, facilitando quórum o votando lo que han criticado, se ha visto que en congreso hay voces independientes con capacidad crítica y seriedad como lo han demostrado las Catherines en la cámara.

Las otras instituciones, entiéndase la Fiscalía y la Procuraduría, si bien han servido de contrapeso en diversas materias a planteamientos y políticas de ejecutivo queda la amarga sensación que en algunas ocasiones su actuación obedece más a una posición política que a lo que le corresponde en el engranaje del estado como entidades defensoras de la ley y la transparencia. más en el caso de la Fiscalía que en la Procuraduría. Persiste la gran incógnita acerca de cómo será el comportamiento de estas dos instituciones, fundamentales en los pesos y contrapesos, una vez se surta la elección de los nuevos jefes de esas oficinas. Por su parte la Registraduría del Estado Civil demostró en las recientes elecciones que pueden existir elecciones libres y transparentes, y que candidatos que no son afectos al gobierno pudieron triunfar.

La otra gran institución que también viene demostrado independencia y seriedad son las cortes y ello trasmite mucha tranquilidad a sectores que verían con horror una justicia al servicio de los intereses de la política presidencial como sucede en Venezuela.

Mal que bien con los problemas de exceso de politización y las prácticas poco ortodoxas de parte de los actores de las diferentes instituciones, estas están vivas y han demostrado capacidad de ejercer contrapesos institucionales fundamentales para la democracia. Pero el susto que no ha pasado es el del daño que las políticas irresponsables puedan causar a largo plazo. Era de todos sabido que más allá de la inclinación ideológica el gran problema que Petro demostró en la Alcaldía es que es mal administrador. Acordémonos del desastre de las basuras.

Qué bueno que el gobierno diera un giro en la administración de las políticas sociales, todas fundamentales para el país pero que mal ejecutadas no traerán más igualdad y menos pobreza, como quiere el presidente, sino todo lo contrario como acabo sucediendo en nuestro vecino país. No queda más, y por el bien del país, que desearle éxitos la gobierno en un difícil 2024.

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