Oportunidades en pandemia
Ante la cobertura y análisis de las últimas dos semanas frente a la Oferta Pública de Adquisición (OPA) del Grupo Gilinski a Nutresa, recojo tres puntos a resaltar.
Primero, el significado de la transacción en términos de inversión, en un momento en el que se requiere motores de crecimiento económico para volver a la senda que teníamos antes de la pandemia. La OPA por Nutresa llega hasta US$2.200 millones, lo que resultaría en un dinamismo en el mercado accionario colombiano, aportándole altos niveles de liquidez. Un mercado bursátil que atrae grandes inversionistas propicia transacciones que liberan flujos de capital, recursos frescos de inversión, traduciéndose en poderosos estímulos al consumo y la inversión, con impacto en creación de empleo e ingresos fiscales.
La propuesta trae como socio al Royal Group de Abu Dhabi, uno de los mayores fondos privados de inversiones del mundo. Esto es una puerta de entrada de mayores flujos de inversión al país; y de entrada y crecimiento a un mercado protagonista del crecimiento mundial a futuro, que puede llevar a las empresas en que invierten en jugadores mundiales.
El siguiente punto es la naturaleza de la propuesta, que parte de una audaz estrategia para asumir el control de un conglomerado construido a partir de un entramado empresarial, buscando evitar lo que están enfrentando actualmente.
En Colombia es poco común las “tomas hostiles”, lo que no implica que sea algo necesariamente malo. Es una estrategia legítima y común en países desarrollados, por supuesto cumpliendo con lo reglamentado en la materia. Al estar inscrita en la Bolsa de Valores, una compañía define dicho mercado como un mecanismo en donde eventuales inversores pueden ofrecer comprar ante posibilidades de agregar valor a una empresa, en caso de ver la oportunidad. Los accionistas, por su parte, están en la total libertad de aceptar o no la oferta.
La prima de 38% sobre el valor de la acción ofrecida es suficientemente atractiva como para que los accionistas se tomen en serio esta posibilidad. Los accionistas minoritarios, al tener la oportunidad de una ganancia, que no han experimentado en 10 años. Los fondos de pensiones, partícipes de la compañía, al tener una responsabilidad, por Ley, de velar por el interés de sus afiliados y maximizar la rentabilidad de sus ahorros. Y, además, las compañías socias del Grupo Empresarial Antioqueño -GEA, al enfrentar el dilema de seguir apostando a un modelo construido en un contexto diferente al actual o explorar nuevas estructuras corporativas que les permita focalizarse en sus respectivos negocios o en otros nuevos, a partir de un crecimiento de capital significativo.
Finalmente, la importancia del mercado como fuerza para resolver divergencias de agentes y generar riqueza, así como la necesidad de ampliar nuestro mercado de capitales para permitir su profundización. No sobra recordar el informe de la Misión de Mercado de Capitales y sus recomendaciones, que le apuntan a trabajar sobre aspectos evidenciados en el contexto de las últimas semanas: promover el incremento de nuevos inversionistas; acelerar la profundidad, liquidez y eficiencia del mercado; promover mayores estándares de gobierno corporativo; y fortalecer la estructura de incentivos de los Fondos de Pensiones para mejorar su desempeño en beneficio de los afiliados, entre otros.
En suma, la OPA a Nutresa es un generador de fuerzas positivas que genera oportunidades ante la pandemia que aún enfrentamos.