Líderes para grandes talentos
Ser el líder de grandes talentos no es tarea fácil; más aún, cuando los talentos son la base del funcionamiento de la organización y muchos de ellos sobrepasan las expectativas con sus resultados y estrategias. Liderar grandes talentos requiere de capacidades muy especiales para persuadir, escuchar, deliberar, inspirar, comunicar y apoyar todos los procesos de crecimiento de los equipos y de quienes los conforman.
Y es que seleccionar el adecuado líder para los grandes talentos requiere de un análisis exhaustivo de sus valores, virtudes y, de manera especial, de su conocimiento técnico y profesional, pues el líder se convierte en el referente del equipo y la pieza fundamental para hacer que sucedan las cosas.
Lamentablemente, un error en esta selección podría entorpecer el plan estratégico de la empresa, ya que un equipo inconforme, desincentivado y frustrado no logrará llegar a las metas propuestas, por lo que esta elección requiere de un gran conocimiento del equipo, así como del líder a optar.
Por estas razones, ¿cuál es el liderazgo ideal para un equipo de grandes talentos en una organización? En primer lugar, se debe tener clara la misión, los objetivos y la necesidad de la empresa para, de esta forma, determinar la mejor opción de sucesión, pues un líder debe tener una directriz clara, así como el entendimiento del alcance de sus funciones y el conocimiento técnico para poder dirigir a sus grandes estrellas.
Parte del proceso de ejecución de este liderazgo es la construcción de la confianza con el equipo, pues esta seguridad permite que sea seguido en su convicción. Un líder empático, carismático, prudente, transparente, equitativo y que trabaje en equipo logrará que se alineen en su encargo.
Por el contrario, un líder impositivo, indiferente y sin el conocimiento técnico será un obstáculo para el equipo. Una evidencia de lo anterior son los grandes equipos deportivos en los que los entrenadores acompañan el proceso de crecimiento de cada uno de los miembros claves de su selección, conoce extensamente las cualidades y características de sus integrantes, así como sus debilidades, en las cuales se apoya para impulsar las fortalezas e inducir mejores resultados.
Ese líder es admirado y respetado por todo el equipo, convirtiéndose en el generador de valor de su empresa. Es así como la selección de la cabeza del equipo de estrellas debe realizarse de manera adecuada, objetiva y deliberada en sus resultados, valores y virtudes.
Esta correcta elección conllevará a la tranquilidad del buen que hacer de la junta directiva en la sucesión de líderes y, sobre todo, a la transparencia en los procesos en la toma de definiciones estratégicas del gobierno corporativo. Un líder debe ser el complemento ideal para representar las grandes estrellas de los grupos de trabajo, basados en la humanización, la coherencia, el conocimiento técnico y profesional, al igual que el entendimiento propio y el de su equipo.
Los mejores líderes de grandes figuras son reconocidos y seguidos intuitivamente, pues tienen el poder del cambio, la comunicación, la convicción y la visión hacia el futuro. Estos líderes son críticos en sí mismos y entregan su quehacer a las personas, adaptándose de manera continua a los retos organizacionales sin dejar al lado la integralidad del ser. Finalmente, estos líderes tan especiales son la representación orgullosa, motivacional y fehaciente de las grandes estrellas en un equipo; escogerlos bien es un gran reto directivo.