Hoy terminan las sesiones extraordinarias en el Congreso de la República y con ello finaliza una legislatura que en la última semana estuvo marcada por la aprobación a “pupitrazo” de varios proyectos de ley. Algunos muy positivos y otros innecesarios fueron aprobados, mientras que varias iniciativas de la mayor importancia fueron negadas o se quedaron en el camino.
Comencemos por los proyectos positivos que fueron aprobados por el Congreso durante el último año legislativo. Licencia compartida: esta iniciativa amplía de manera facultativa, de acuerdo con las necesidades de cada familia, la licencia parental para que la responsabilidad del cuidado al recién nacido sea más equitativa entre hombres y mujeres. Una medida que puede disminuir el desempleo femenino, pues una de las razones que aducen para no contratar mujeres es que deben tomar su licencia.
Ley de comida chatarra: este proyecto establece que ciertos alimentos procesados deben advertir al consumidor, a través de etiquetas frontales, sobre excesos en grasas, sodio y azúcares, una medida que Europa, Estados Unidos y México ya implementaron. Con esta ley, la gente va tener mayor información sobre lo que está consumiendo y se va a incentivar la competencia con productos diferenciados.
Ley de emprendimiento: aunque esta ley tuvo sus aciertos y sus desaciertos, no hay que desconocer su positiva intención de contribuir al proceso de reactivación que tienen las Mipyme y los emprendedores. Resaltaría triunfos alrededor de las compras públicas, la regulación vía sandbox, los procesos fintech y la educación para el emprendimiento.
También, vale la pena destacar la Ley de Turismo que incluye varios beneficios tributarios como la exención de IVA para servicios hoteleros y turísticos, la tarifa 0 para impuesto nacional al consumo y el IVA de 5% para tiquetes aéreos, entre otras medidas para reactivar al sector.
Pero no todos los proyectos aprobados fueron un acierto. En medio de una de las crisis económicas y sociales más profundas, el Congreso discutió y aprobó varias iniciativas para declarar como patrimonio cultural de la Nación al carriel antioqueño, las Fiestas de la Virgen del Carmen, el sombrero de Aguadas y el Carnaval de Riosucio, entre otros. No desconocemos el valor de nuestras representaciones culturales, pero francamente la ciudadanía está demandando que hoy los congresistas centremos nuestra atención en la solución de problemas estructurales.
Por último, están los proyectos clave que fueron hundidos. Eutanasia: en un debate acalorado y con sujeción de todo tipo de argumentos, la Cámara hundió, por solo tres votos de diferencia, la iniciativa que buscaba reglamentar un mandato de la Corte Constitucional para darle un fin digno a todas aquellas personas con sufrimientos de salud y emocionales.
Lo mismo sucedió con la discusión del proyecto de ratificación del Acuerdo de Escazú, después de que la votación se aplazó en las comisiones segundas de Senado y Cámara de Representantes. Esta iniciativa busca que Colombia haga parte de uno de los tratados más significativos en materia ambiental de América Latina y el Caribe.
El 20 de julio inicia la última legislatura del actual Congreso, tenemos la responsabilidad de enfocar nuestro tiempo en sacar adelante aquellos proyectos de ley que den respuesta a las necesidades de los colombianos.