Colombia completa 15 días de Paro Nacional y sin duda alguna el Valle del Cauca y particularmente Cali han sido las zonas más afectadas por las pérdidas humanas, los saqueos y el desabastecimiento.
Las manifestaciones, que iniciaron como un reclamo genuino de la ciudadanía, frente a una reforma tributaria que el Gobierno Nacional no quiso socializar a tiempo con los diferentes sectores de la sociedad colombiana desembocó en protestas masivas que hoy dejan un saldo negativo para el país.
Las cifras son alarmantes y van en aumento. Al momento de escribir esta columna se habían registrado 27 muertos en Colombia, 15 de ellos en Cali, según cifras del Ministerio de Defensa. Por su parte, la ONG Temblores había reportado 963 detenciones arbitrarias y 12 casos de violencia sexual.
La violencia ha afectado tanto a los jóvenes manifestantes como a los policías y pareciera que hemos olvidado que todas las vidas son sagradas y que todas deben ser protegidas. Duelen las muertes de lado y lado.
A la incesante violencia se suman los saqueos, el desabastecimiento y la crisis económica por cuenta de los bloqueos de la ciudad y el departamento. Fedegan asegura que no han podido recoger 820.000 litros de leche y que las pérdidas ascienden a $121.355 millones, la Asociación de Transporte Intermunicipal reporta pérdidas por $35.000 millones entre daños y buses parados.
Por su parte, el sector de transporte de carga habla de 42.000 camiones parados y calcula pérdidas por $84.000 millones. La industria piscícola pierde $32.000 millones en cada semana de paro y el comercio calcula que las pérdidas del sector, por el paro y el vandalismo, superan $880.000 millones en todo el país.
Ante esta situación, diferentes sectores de Cali pedimos la visita del presidente Duque a la ciudad. La respuesta que tuvimos fue un consejo de seguridad relámpago en la base Marco Fidel Suárez en la madrugada del lunes, pero se necesita más que eso para restablecer el orden y la confianza en la ciudad.
Le estamos pidiendo al presidente Duque que venga a Cali, que ponga la cara a los manifestantes, a los congresistas del Valle del Cauca, los empresarios, los dueños de pequeños y medianos negocios y a los ciudadanos en general.
La situación que estamos viviendo es insostenible. Esta no es una situación que se va a resolver de manera fácil, pero necesitamos el liderazgo de quien es el Presidente de la República.
Es fundamental avanzar con el diálogo local, acciones contundentes y prontas. Es urgente ponerle punto final a los actos de violencia, los bloqueos de la ciudad y a la inactividad económica.
Nosotros necesitamos presencia permanente para entablar el diálogo que nos ayude a encontrar salidas libres de la violencia.
Una visita relámpago al amanecer no soluciona la situación de Cali.