La discusión sobre los tenis de la ministra de minas colombiana, Irene Vélez Torres, en su reciente encuentro con la ministra María Reyes Maroto de España fue sexista y superficial. Que quede claro que el derecho a vestir como se quiera le asiste a todos y no se pierde por ser ministra. Sin embargo, bien vale esta excusa para hablar un poco de moda, vestuario y el lugar que ocupa en la economía, las relaciones internacionales y para comunicar. Lo cierto es que así muchos consideren que el asunto de ropa y accesorios es meramente cosmético y superfluo, es mucho más que eso.
Solo para que entendamos la dimensión recordemos que la moda en Colombia es una industria que mueve más de 27 billones de pesos anuales y 600.000 empleos. Recordemos que en el país se producen aproximadamente 85 millones de pares de zapatos al año; y para el 2021, solo en ventas nacionales se generaron alrededor de 1,63 billones de pesos y más de 34.000 empleos. Ahora bien, en cuanto a exportaciones de cuero, calzado y marroquinería se generaron alrededor de 150 millones de dólares.
Y siguiendo con el tema del encuentro de las ministras, los zapatos espadrilles que lucía la ministra española en las fotos, no sólo eran más bien informales y cómodos sino que representan una industria que vende más de 450 millones de dólares al año y se trata de un tipo de zapato, típicamente español. La ministra -no sabemos si de adrede o no- aprovechó la ocasión para promocionar un producto de exportación de España. La ministra colombiana en cambio, no parecía hacer lo propio con algún elemento de vestuario y mucho menos con los tenis de la discordia.
Pero la moda, no es solo una industria importante para Colombia en términos cuantitativos, de exportaciones y empleo. Da orgullo la cantidad de diseñadores que hoy han llegado a las pasarelas y tiendas internacionales como Johanna Ortíz, María Helena Villamil, Silvia Tcherasi, Esteban Cortazar y Haider Ackerman, por mencionar solo algunos. Lo mejor de sus historias es cómo incorporan piezas, tejidos, apliques e inspiración nacional en sus cadenas de producción. El uso de insumos locales, a veces artesanales y de origen indígena o raizal, las resalta e inserta en la conversación de moda a nivel internacional influyendo incluso sobre la estética y el valor que se le da a las prendas y accesorios de nuestra tierra en las tendencias de la moda.
La ropa y accesorios y la forma en la que se hace es una oportunidad de comunicar. Es cierto que todo comunica, pero en especial algo tan visible como la moda, aretes, bolsos y zapatos son una ocasión para decir algo. La ministra colombiana de hecho nos comunicó varias cosas. Creo que su mensaje fue algo como “yo valgo más que mi ropa y mis zapatos”. También, nos dijo “no me importa el protocolo.” Y estaba en su derecho de expresarse con su atuendo. No obstante, lo hubiera podido decir haciendo alusión y destacando alguna prenda nacional o logrando incluso que se hablara sobre algún mensaje de su interés como cuidado del medio ambiente o el uso de los derivados del petróleo en el vestuario, por señalar algunos. Está bien que sea la ministra de minas y energía y no de comercio u otra cartera o puesto más afín a la moda, pero como figura nacional tuvo oportunidad de comunicar y lo pudo aprovechar mejor.
No soy de las que piensan que hay que andar de ruana y mochila (que me encantan) y que cualquier marca europea o baratija china debe estar prohibida. Pero sí invito a hombres y mujeres del nuevo Gobierno y a todos aquellos que desde sus lugares de poder pueden influenciar la conversación, los mensajes, gustos, estética y la moda nacional, a que usen los espacios que tienen para provocar una conversación sobre la sociedad, promocionar algo nacional, evitar la trivialización de una industria que desde los hilos y tejidos, comunidades apartadas, pasando por los vestidos y zapatos generan puestos de trabajo y promueven la marca, el arte y las artesanías de nuestro país.
Si tanto les preocupa y defienden la industria nacional, y otras causas, que bueno sería que la promovieran con menos Ferragamo y tenis y más moda y creatividad local.