Productividad, clave para el crecimiento
Los colombianos son quienes más trabajan de la Ocde: 45 horas a la semana en 2022, cuando el promedio fue 37,2 horas por semana. Pero también son los de menor productividad del grupo. Según el Banco Mundial - BM, la productividad de los trabajadores nacionales en 2022 fue de US$35.200 calculada con base en las contribuciones que hacen a la producción nacional a precios de paridad de compra de 2017. Este valor es similar a los chinos (US$34.500), 40% menos que los chilenos (US$58.200), menos de la mitad que los surcoreanos (US$82.600), un tercio de los de la zona euro (US$104.000), casi un cuarto de los estadounidenses (US$132.000) y un quinto de los singapurenses (US$179.000).
Esa entidad reporta que entre 1991 y 2022 la productividad de los trabajadores creció 60% en Colombia, 25% en la zona euro, 57% en Estados Unidos, 101% en Chile, 120% en Singapur, 163% en Corea y 1.136% en China.
¿Por qué los trabajadores colombianos son los que más horas trabajan y los que menos producen? ¿Qué explica que, en el mismo periodo, la productividad China creció 1.136% y la colombiana 60%? Buena parte de la razón reside en la inversión y, por lo tanto, en la acumulación de capital disponible -máquinas e infraestructura-.
Un ejemplo lo ilustra mejor. Si vamos a un montallantas en Bogotá a revisar los neumáticos es probable que eleven el carro con un gato hidráulico, quiten los pernos con una pistola neumática, coloquen las llantas en una máquina para remover el aire y el rin, y las reparen si es el caso. Luego monten las llantas y bajen el carro al suelo. La revisión y arreglo podría tomar 30 minutos.
Pero en una vía apartada de Colombia, el mecánico posiblemente use un gato manual para elevar el carro, retire los pernos con una cruceta, desmonte las llantas dejando el carro sobre tacos, use palancas para separar los neumáticos de sus rines, realice la revisión y reparación, y luego monte las llantas manualmente para poner el carro sobre el suelo. Esto podría tomar 120 minutos.
Así, al trabajador del taller apartado le tomaría cuatro veces más tiempo cumplir la misma tarea que a su colega capitalino: la productividad del primero sería una cuarta parte de la del segundo.
Como se ve, la diferencia en productividad no la determina la diligencia del trabajador sino el uso de más y mejores máquinas, el contar con un mayor stock de capital que resulta de haber realizado mayor inversión y de haber contado con ahorro que lo financie. Según el BM, el ahorro en Colombia representó 14,2% del PIB en 2022, mientras que en China 45,7% y en Corea 35,7%. Y en el tercer trimestre de 2023, el ahorro nacional bajó a 6,7% del PIB, según el Dane.
Junto a ese mayor y mejor stock de capital es necesario un mayor stock de conocimiento para utilizarlo, vale decir, una mejor educación. Las pruebas Pisa 2022 de la Ocde indican que los estudiantes colombianos lograron, en relación con los de Singapur -el mejor en las pruebas-, 67% en matemáticas, 75% en lectura y 73% en ciencias.
Como resultado de las altas tasas de ahorro e inversión y del fortalecimiento de su nivel educativo, chinos y coreanos lograron altos crecimientos de su productividad por décadas y, consecuentemente, tasas de crecimiento económico de entre 8 y 9% anual.
La enseñanza es clara: si Colombia quiere elevar sus niveles de productividad y sus tasas de crecimiento económico para mejorar los niveles de ingreso de su población, debe incrementar sus tasas de ahorro e inversión como proporción del PIB y mejorar sustancialmente su educación.