Analistas 07/11/2024

Un homenaje a los guardianes del orden: 133 años Policía Nacional

César Mauricio Rodríguez Zárate
Teniente coronel (RP) PhD. Research Associate Leiden University

La nacionalización de los órganos de gobierno fue una de las visiones del sistema político plasmado en la Constitución de 1886 por el presidente Rafael Reyes, con el fin de brindar una organización institucional, para un país que venía de un modelo federalista en la apenas reciente formación de la república. Estos atributos se vieron reflejados cinco años después, en la creación de la Policía Nacional el 5 de noviembre de 1891, como cuerpo profesional, de carrera, nacional y de carácter civil, que en su aniversario, perduran, pese a los desafíos que ha enfrentado y que ahora vive el país. Recordemos.

Fue la Policía junto con las Fuerzas Militares, quienes defendieron la institucionalidad y la democracia, en los momentos más aciagos de la historia de Colombia. Cuando injustamente fuimos calificados como “Estado fallido” y el miedo nos arrinconaba. Fueron los policías quienes desde muy jóvenes y en una época con un sin número de peligros, tomaron la decisión del servicio público que pocos escogen.

Pasando por la violencia narcoterrorista de los carteles, donde sicarios pagaban por la “cabeza” de cada uniformado, hasta el conflicto armado que registró 9.973 policías víctimas de homicidio, 460 secuestrados y 1.215 por desaparición forzada, ellos han sido protagonistas de primer orden en la historia del país, reconocidos como verdaderos héroes por la ciudadanía y en la esperanza de la nación cuando se ciernen graves amenazas sobre ella.

Por consiguiente, hoy más que nunca, cuando las ideologías amenazan la naturaleza de las instituciones y la doctrina de nuestra Fuerza Pública, es que se debe rodear a la Policía. Se le debe proteger de los discursos que buscan alimentar reivindicaciones y odios de clase en su interior, o peor aún, de iniciativas que tratan de alterar su régimen profesional, manoseando la disciplina y su carácter no deliberante, por intereses políticos de turno. Todos tenemos esa responsabilidad histórica. Una Policía debilitada solo favorece a los delincuentes.

Desde la formación misma del Estado en Europa, durante la Edad Moderna, la frase ‘gute Ordnung und Polizei’, del alemán que significa ‘buen orden y policía’, marcó una expresión de uso común, para señalar su importancia como órgano fundamental para garantizar la protección del individuo, la convivencia democrática y la seguridad pública.

Con estas bases, la institución alcanzó rango Constitucional en 1991, en un interesante episodio que narro en el libro de mi autoría ‘El ente policía y la política de seguridad en Colombia, 2002-2018: Estado, ciudadanía, gobernabilidad y la organización policial’, donde el entonces presidente César Gaviria, respalda la iniciativa del director de la época, el señor general Miguel Antonio Gómez Padilla, de redactar el artículo 218, donde quedaría definida la esencia, alcance y fin de la Policía Nacional.

El llamado es siempre a proteger nuestros policías: cuidar de quienes nos cuidan, de brindarles respaldo político y jurídico, de su bienestar y estabilidad familiar, pues es allí donde encuentran su principal aliciente; esposas, padres e hijos, que todos los días ruegan con una oración al Todopoderoso, les permita verlos regresar vivos y sanos a sus hogares.

Aprovecho para reconocer el esfuerzo de miles de veteranos, quienes con sus sacrificios han contribuido a preservar una institución centenaria, símbolo perenne del bien. A nuestros policías en uso de buen retiro, no podemos despreciarles, a todos ellos les debemos honor, respeto y profundo agradecimiento. Por eso, si esta semana ve un policía o un veterano en la calle, extiéndale la mano y dígale: gracias … por escoger el servicio al prójimo como forma de vida, por ayudar al más necesitado y porque, con defectos y virtudes, siempre han estado y estarán ahí. ¡Felices 133 años Policía Nacional de los colombianos! Dios y Patria.

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Policía Nacional - Fuerzas Militares - Constitución de 1991