Uno de los muchos encantos de una mujer está en tener las cosas bien puestas donde son. Y para eso, nuestro mejor aliado, sin duda, es un buen brasier. Aunque hace poco salió un estudio que argumenta que su uso diario provoca menos firmeza, la verdad es que esta prenda está más vigente que nunca, y para fortuna nuestra, no pasa de moda.
Grandes, medianos o pequeños, los senos siempre serán un punto de atención a la vista, y lo más importante es aprender a escoger el indicado de acuerdo al contorno del cuerpo y al tamaño que se tiene. Por nada del mundo usen o le compren a una mujer un brasier de una talla menor, pues en vez de verse atractiva, formará unos pliegues y unos abultamientos que se verán fatal.
Colombia es un gran productor de esta prenda, y cuando digo gran, me refiero a la calidad en sus materiales y en su diseño en general; sus campañas publicitarias nada tienen que envidiarle a las marcas extranjeras. La más reciente modelo de Leonisa es Isabeli Fontana, una brasileña que a sido imagen de la icónica Victoria Secret.
Accesorios removibles, copas antigravedad, realce natural, colores que combinan o contrastan con la ropa exterior, son algunas de las muchas características de la moda interior de hoy en día.
Este objeto del deseo tiene su exposición a partir de este mes de julio y hasta el 24 de noviembre en el museo Les Arts Decoratifs en la ciudad de París.
La exposición llamada: la mecánica de abajo, una historia indiscreta de la silueta, hace una retrospectiva de esta importante prenda que a veces nadie ve.
La muestra abarca desde el siglo XIV hasta hoy, evidenciando el interés que siempre hemos tenido las mujeres por resaltar esa parte de nuestro cuerpo.
Los colores fetiche seguirán siendo el negro y el rojo, lo mismo que el encaje como material preferido a la hora de causar un impacto de esos que quitan el aliento; pero sin duda, atreverse a usar colores como el morado, el fucsia o el azul eléctrico abren nuevas dimensiones de la sensualidad.
Sentirse cómoda y a gusto con lo que se lleva, debe ser la premisa a la hora de comprar un buen brasier. Pero ojo, no se olvide de combinarlo con una buena braga; Y aunque entre gustos no hay disgusto, píenselo bien porque el tamaño sí importa.