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Los tres componentes del liderazgo

Claudia Dulce Romero

La firma estadounidense de investigación y consultoría tecnológica Gartner compartió los tres componentes que se requieren para desarrollar un liderazgo más humano y su impacto en las principales responsabilidades de los líderes, según las tendencias para 2024. Los dos primeros componentes, la autenticidad y la empatía, podrían ser los más fáciles de desarrollar; sin embargo, el tercer componente requiere de grandes habilidades para su gestión.

Desmenucemos los componentes que hacen un liderazgo más humano. Empecemos con la autenticidad: actuar con determinación y permitir una verdadera autoexpresión de lo que somos. Las personas auténticas son quienes logran desarrollar un proceso de conocimiento y actúan de manera tal que son congruentes con lo que hacen y piensan. Los líderes auténticos son aquellos que no temen a contar la verdad de lo que sucede en la organización con su equipo de trabajo. También son honestos consigo mismos y reconocen sus debilidades o posibilidades de mejora.

Esta apertura logra estrechar la confianza con los miembros de su equipo y permite los diálogos sin barreras, sin tapujos y sin sobreactuarse. Para este componente solo hay una recomendación: sea usted mismo, sea fiel a sus principios. No intente imitar a otros líderes que no corresponden con su personalidad.

El segundo componente es la empatía: mostrar verdadera atención, respeto y preocupación por el bienestar de los empleados. Y cuando digo verdadera es que podamos comprender cómo se sienten, qué necesitan y cómo podemos apoyarlos. Algunos jefes solo aparecen preocupados cuando necesitan algo urgente, pero no lo hacen periódicamente y esto genera una desconexión con los demás. Es crucial estar presente, compartir espacios cercanos, validar cómo está y cómo se siente su equipo.

El último componente es la adaptabilidad: permitir flexibilidad y apoyo para las necesidades específicas de las personas y de la organización. Esta es tal vez una de las habilidades más difíciles de desarrollar porque vivimos en tiempos complejos y muy cambiantes. Se escucha constantemente que nos enfrentamos a contextos Vica (volátiles, inciertos, complejos y ambiguos) o a entornos Bani (quebradizos, ansiosos, no lineales e incomprensibles, por sus siglas en inglés). En cualquier escenario, es importante amoldarse a los contextos o las situaciones de manera rápida porque los planes tienden a cambiar, y hay que tener plan B, plan C, apertura mental y mucha paciencia, hasta para un plan X.

Adaptarse a los escenarios cambiantes es necesario no solo para que la organización pueda responder a los desafíos del mercado, sino también para que el equipo entienda que los procesos de transformación son necesarios y que no hay que entrar en pánico. Salir de la zona de confort es lo que a veces más nos cuesta y es allí donde nuestro liderazgo puede pasarnos cuenta de cobro.

Lo paradójico es que ahora, cuando estas investigaciones salen a flote y se ha demostrado que estas nuevas formas de liderar logran mejores resultados, vivimos en una sociedad donde predomina la ansiedad, la confusión y la desconfianza en la relación empleado-empleador. Por eso hoy más que nunca necesitamos líderes auténticos, empáticos y adaptativos.

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Liderazgo - Estados Unidos - Flexibilidad laboral