Cada empresario a su lugar
Luego de año y medio de conflicto entre el grupo empresarial Gilinski, respaldado por el grupo International Holding Company (IHC), con el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) por el control de Nutresa, Sura y Argos, finalmente se logró llegar a un acuerdo en el que cada una de las partes encuentra su lugar. El acuerdo establece que las compañías Jgdb y Nugil, que pertenecen a la familia vallecaucana Gilinski, tomarán el control de la productora de alimentos paisa, Nutresa, adquiriendo por lo menos 87% de sus acciones. Con esto los inversionistas vallecaucanos y sus socios árabes pasarán a ser los principales propietarios de varias marcas de alimentos reconocidas en los supermercados del país, como lo son cárnicos Zenú y Rica; galletas Saltin, Ducales y Festival, Chocolates Jet y Corona; cafés Sello Rojo y Matiz; helados CremHelado; y pastas Doria y Monticello.
Sin embargo, se establecen tres condiciones. Primero, para que Gilinski no controle al Grupo Argos y al Grupo Sura, Nutresa dejará de ser accionista de estos dos grupos. Segundo, Gilinski dejará de ser accionista de Sura, lo que significa apartarse del negocio financiero y asegurador. Tercero, Argos y Sura dejarán de ser accionistas de Nutresa. Con el acuerdo sobre la mesa, Gilinski gana el control de Nutresa renunciando a Sura y posiblemente a Argos. Por el otro lado, el GEA pierde el control sobre Nutresa, pero detiene la amenaza del potencial control sobre el resto del grupo por parte del Grupo Gilinski; se bifurcan los caminos.
La salida de Argos y Sura de Nutresa deberá corresponder un ingreso contable para estos dos grupos que compense sus salidas. Pero existe todavía una gran pregunta, pues quedaría por definir si esta compensación corresponderá a intercambio de acciones o de efectivo para alcanzar a hacer números. Vale la pena recordar que en noviembre del 2021, la familia Gilinski y sus socios alcanzaron a decir que contaban con $9 billones, con tal de hacerse a 62,62% de las acciones de Nutresa.
Por ahora, el comunicado del acuerdo solo menciona que se realizarán varias operaciones, pero no establece los mecanismos a través de los que se ejecutará el acuerdo. Por consiguiente, es muy pronto para especular sobre que podría pasar con el precio de las acciones de estos grupos. Lo que sí es claro, es que el grupo GEA perderá una importante ficha del enroque de su conglomerado empresarial y el Grupo Gilinski se concentrará más en el sector de consumo de alimentos, cediendo participación en el sector financiero.
En definitiva, el acuerdo parece ser beneficioso ya que destraba el conflicto entre los Gilinski y el GEA, lo que podría generar un mayor valor de las compañías y traducirse en más beneficios y mayores dividendos para los accionistas de estas compañías. Por ahora, muchos vislumbran cómo baja la marea tras una batalla de empresarios que será recordada entre el tire y afloje de poderes, entre ofertas por acciones, dinero y varias acusaciones en tutelas y demandas, que parecen haber llegado a su fin, pues a fin de cuentas, más costosos salen los pleitos y el tiempo que los acuerdos.