El chip que Colombia necesita
viernes, 18 de octubre de 2024
David Luna
La industria electrónica se ha convertido en una de las áreas estratégicas más importantes para le economía global. En 2023, el mercado global de semiconductores superó los US$527.000 millones, y se proyecta que esta cifra continué creciendo hasta alcanzar el billón en 2030. Más allá de las cifras la industria electrónica y de semiconductores es la base de las tecnologías que hoy están transformando la manera en que vivimos y trabajamos: desde la inteligencia artificial hasta el internet de las cosas y los dispositivos conectados.
Ante este panorama, Colombia no puede quedarse atrás. Tenemos el talento y las capacidades para jugar un rol importante en la región. La oportunidad está en reconocer lo que ya existe y en fortalecer un ecosistema que permita a la industria colombiana crecer e innovar, para así integrarse a esta gran transformación tecnológica que está marcando el futuro del mundo.
Sin embargo, debemos ser realistas: el objetivo de Colombia no es convertirse en un gran fabricante de semiconductores a gran escala, ya que eso implicaría inversiones multimillonarias y una infraestructura que nos tomaría años en construir. Para llevase una idea, una sola plata de semiconductores avanzada puede costar entre US$10.000 y US$20.000 millones. Lo que sí podemos hacer es aprovechar nuestras fortalezas y ser un jugador estratégico las áreas de diseño, ensamblaje, empaquetado y manufactura de componentes electrónicos, apoyando a las empresas que ya están trabajando en estos campos y fomentando la creación de nuevas.
Bajo esta premisa, 11 senadores de ley radicamos un proyecto de ley que busca impulsar la industria electrónica y de semiconductores en Colombia y así apoyar a las empresas locales, atraer nuevas inversiones y consolidar a Colombia con un hub de tecnología electrónica en la región. La iniciativa propone incentivos fiscales, programas de financiación para investigación y desarrollo, así como formación avanzada en ingeniería electrónica para crear un capital humano preparado para las necesidades de dicha industria. La idea es generar las condiciones necesarias para que Colombia no solo consuma tecnología, sino que también sea capaz de producir y exportar soluciones tecnológicas de alto valor agregado.
Ya tenemos ejemplos de empresas nacionales que están desarrollando productos innovadores y exportándolos a mercados internacionales. Pero lo que ha faltado es el apoyo del Estado para que puedan dar el salto y competir en igualdad de condiciones con otros países de la región que sí cuentan con apoyo directo de sus gobiernos, acceso a recursos y políticas específicas que facilitan su crecimiento.
Fortalecer la industria electrónica no es solo una oportunidad para el país, es el camino que debemos tomar para asegurar nuestro lugar en la economía digital del mañana. Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de seguir siendo simples consumidores de tecnología, mientras otros países crean y exportan las soluciones que transformarán el futuro. Colombia tiene el talento y la capacidad; ahora necesitamos el compromiso de todos para dar el siguiente gran paso y convertirnos en un actor relevante en esta industria estratégica.