Analistas 04/05/2021

El poder de las energías renovables

Didier Tavera Amado
Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos

Desde la perspectiva de la sostenibilidad ambiental, disponemos de una matriz limpia, pues el uso de recursos fósiles generadores de las mayores emisiones del C02 en detrimento de la atmósfera son limitados. El índice de Cobertura de Energía Eléctrico (Icce) la cobertura es de 97% de los hogares, lo que demuestra que nos enfrentamos por ahora a situaciones apremiantes.

Sin embargo, fenómenos como el cambio climático y la expansión acelerada de la contaminación hacen indispensable acelerar la marcha de proyectos de fuentes alternativas y renovables, cuyo mayor potencial está representado en los recursos inextinguibles.

Por eso constituye un acierto el hecho de que el Gobierno Nacional y los gobiernos regionales se hayan comprometido con el cumplimiento de las previsiones consignadas en el PND. Cinco departamentos de la Región Caribe, la de mayor potencial en el ámbito de las energías eólica, están avanzando en iniciativas que tendrán un hondo calado social.

Su compromiso se ha ido materializando en un plan de transformación energética que, de cumplirse efectivamente, transformará a La Guajira y a otros departamentos del área en los principales generadores de energía limpia, con el justo rédito social. No en vano 15 de los 22 proyectos presentados en recientes subastas están ubicados en la Costa Caribe. El poder del viento que sopla desde el Caribe ya no es solo motivo de inspiración de odas y poemas, sino que se convierte en un motor natural de impulso a la energía eólica. Está probado que allí la velocidad del viento es dos veces superior que en otras zonas de litoral en el mundo. Por eso tiene sentido y el valor de un compromiso ineludible los anuncios hechos de distintos niveles de la administración pública en el sentido de que todos los colegios y puestos de salud del departamento contarán con energía.

No deben pasar desapercibidos los esfuerzos pedagógicos emprendidos por el Gobierno Nacional, en sinergia con las administraciones territoriales, para concientizar a los estudiantes, desde edades tempranas, sobre la importancia de las formas alternativas de generación eléctrica. Recientemente, en Manaure, el ministro Diego Mesa instaló una cátedra sobre este trascendental tema en la Institución Etnoeducativa Rural de La Paz. El énfasis ha estado puesto en la importancia que ha venido cobrando la transición energética en el país.

La llegada de la energía a zonas marginadas del país, en tiempos en que la crisis pandémica ha incrementado los indicadores de pobreza, representa un potosí de oportunidades para potenciar la educación y para abrir nuevas compuertas a la conectividad en beneficio del aprendizaje.

La suma de los recursos del departamento a los de Atlántico, Bolívar, Cesar y Magdalena permitirá, en un término razonable, pasar de 50 a 1.500 megas de capacidad instalada en fuentes no convencionales de energías renovables. Eso serviría para llevar el servicio a unos cinco millones de personas. Es claro que proyectos de esa magnitud requerirán de la construcción de una sinergia entre los gobiernos y el sector privado, pues requerirían de inversiones del orden de US$1.800 millones.

El elemento más rescatable por ahora es que el Plan Nacional de Desarrollo estimula la migración de la matriz energética hacia fuentes más limpias, sostenibles y con capacidad para generar también un ecosistema social más promisorio.

Hacerlo significará también estar a tono con una sana tendencia impulsada por potencias energéticas de fuentes alternativas como los países Nórdicos, Alemania y Portugal o, para no ir más lejos, como Costa Rica y Chile.

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