Una apuesta por la reactivación y la competitividad
De acuerdo con un estudio preparado por Agencia Nacional de Infraestructura cuando recién comenzaba la pandemia, el indicador de obras civiles -incluidas las de gobernadores y alcaldes- le permitió a la economía nacional crecer un punto adicional, de 2,3% a 3,3%, durante 2019.
Recientemente, la Cámara Colombiana de la Infraestructura precisó que en una de las crestas más alta de emergencia se encontraban afectados por suspensión 1.025 proyectos de obras la misma naturaleza, entre vías, puentes y carreteras, que representan inversiones del orden de los $30 billones.
El progresivo levantamiento de las restricciones le ha ido devolviendo al sector de la construcción su dinámica y ha ido rescatando su vocación como estimulante del crecimiento. En Antioquia, por ejemplo, estuvieron suspendidos por causa de la contingencia actual 210 proyectos de infraestructura, pero la reactivación gradual hizo posible la reanudación de 19 proyectos viales relacionados con pavimentación, de no menos de 41 obras de servicios públicos y de 150 intervenciones de carácter municipal.
Cuando el sector de la infraestructura recupere plenamente su dinámica, retomarán impulso otros proyectos preparados con visión de futuro. En la Región Caribe se destaca el canal del Dique, diseñado para mejorar las condiciones de importantes cuerpos de agua y ciénagas que surten varios acueductos. El proyecto, de 117 kilómetros de longitud, estará adjudicado pronto con una inversión de $2 billones.
La construcción también está reaccionando favorablemente en el ámbito inmobiliario. En su más reciente boletín sobre la economía regional, el Banco de la República destacaba en diciembre cómo otros indicadores líderes del sector mostraban una positiva recuperación. Los despachos de cemento gris a los departamentos de Tolima y Huila presentaron una variación anual de 6,8%, en tanto que la producción de concreto premezclado lo hizo en 7,1%, para el desarrollo de edificaciones y obras civiles.
El Banco ha destacado también cómo la inversión neta de sociedades durante el último trimestre de 2020 exhibió un crecimiento anual en algunas regiones. En el caso de Antioquia fue de 82,0% y apalancó la creación de constructoras que ahora apuntarán a grandes proyectos. Así, la competencia estimulará una reducción de costos y mayores estímulos para la inversión. Generará también más empleo. La construcción se convierte así en uno de los impulsores fundamentales para la competitividad territorial.
Si bien en estos momentos la prioridad en el gasto público está enfocada en el desarrollo del Plan Nacional de Vacunación, hay evidencias de que la economía regional se ha ido sobreponiendo a la crisis gracias a que las políticas públicas han hecho más propicio el clima para la inversión y le apuestan a mejorar los índices de competitividad. De hecho, en los planes departamentales de desarrollo, reformulados o fortalecidos durante la pandemia, ya se otorga mayor importancia a los consejos regionales sobre la materia.
Uno de los más recientes informes del Consejo Privado Competitividad muestra cómo los departamentos de Antioquia, Santander, Atlántico y Valle del Cauca siguen a Bogotá en el índice de competitividad (IDC). Sus puntajes han oscilado entre el 6,07 y el 6,71, en una escala de 1 a 10.
Las exportaciones también comienzan a mostrar un nuevo despertar. En el caso de la región Centro, evolucionaron favorablemente y al cierre del año se incrementaron a 190 millones de dólares FOB, según el Banco de la República. La cifra es superior en 22,6% dentro del comparativo anual. Los resultados han mejorado tanto por la evolución positiva de las ventas de café, como de los productos no tradicionales. De la cuantía total negociada, la comercialización de café representó el 79,1% y el 20,9% el resto de los bienes.
Las remesas recibidas del exterior en los meses de julio, agosto y septiembre de 2020, de acuerdo con los datos consolidados más recientes, son otro elemento dinamizador de la economía regional principalmente porque estimulan el consumo. Su crecimiento fue superior, en promedio, al 16 por ciento.
Estos elementos sugieren que la época de la post pandemia, que se iniciará en firme con la ejecución del Plan de Vacunación, rodeado de expectativas esperanzadora, la economía espantará los espectros de la recesión.