Analistas

Barranquilla camino al infierno

Diego Gómez

El 13 de septiembre de 2024, el Gobierno Nacional anunció la toma de posesión con fines liquidatorios de Air-e a través de la Superintendencia de Servicios Públicos. El 14 de marzo de 2025, expertos y asociaciones del sector eléctrico advierten que Air-e no cuenta con recursos suficientes para pagar la compra de energía y que el servicio en la Costa Caribe corre riesgo de interrupciones. El 8 de junio de 2025, expertos señalan que Air-e está al borde del colapso: proyecciones internas muestran un déficit cercano a $2,8 billones, lo que podría derivar en racionamientos masivos en la Costa Caribe. El 9 de junio de 2025, más de 184.000 usuarios quedaron sin energía durante tres horas tras una falla en la subestación Veinte de Julio, lo que evidenció la posibilidad de fallos más generalizados si no se invierte en seguridad operativa en la red. El 7 de julio de 2025 la prensa informa que Air-e es la “piedra angular de una crisis energética nacional”, pues su inviabilidad podría arrastrar a generadores y elevar el riesgo de apagones en toda Colombia.

Desafortunadamente para el país, Barranquilla ha perdido dinamismo. Paso de liderar los índices de desempleo a tener un desempeño por debajo del promedio. En 2019 el nivel de desempleo era de 8,3% mientras en las grandes ciudades era de 10,9%. En 2024 fue de 11% en Barranquilla y en las grandes ciudades de 9,8%. (Cifras anexo empleo Dane junio 2025) ¿Por qué no se crea suficiente empleo?

La energía eléctrica es el eje de la competitividad de las economías modernas. Fue la protagonista de la segunda revolución industrial, fue imprescindible en la tercera, y será fundamental en la cuarta revolución. Como lo expresan varios ejercicios de escenarios locales y globales, vamos a un “Mundo Eléctrico”. La tercerización de la economía apalancada en tecnologías alimentadas por electricidad y la trasformación a la movilidad eléctrica marcarán las inversiones y las innovaciones empresariales en las siguientes décadas.

Barranquilla tiene que resolver el problema de suministro eléctrico para el largo plazo. Su Barranquilla tiene que resolver el problema de suministro eléctrico para el largo plazo. Su economía necesita energía con precios adecuados, calidad y capacidad de potencia en todo su territorio para atender nuevos proyectos logísticos, industriales y de tecnologías de información. Sin eso no habrá desarrollo.

El problema central que tienen viene desde dentro de su sociedad. El no pago de la energía ocurre en mayor medida en estratos altos, sectores de servicios e industria. Se tiene todo un portafolio de “tecnologías criollas”, como las llaman, para hacer “puentes eléctricos”, manipulación de medidores, declaraciones falsas de potencia, conexiones provisionales no regularizadas. El índice de pérdidas (energía comprada que no se factura) aumentó de 25,15% en 2023 a 28,11% en 2024. El triple del promedio nacional. Así, simplemente ninguna empresa seria se hará responsable del servicio de energía. EPM señaló recientemente que no es viable operar en El Cesar en donde las pérdidas técnicas son de 40% y busca entregar la operación de esta zona.

Lo que vive Barranquilla es un colapso ético. La disculpa de los políticos de que no se paga por el mal servicio terminó generando una falla sistémica que hace inoperable el servicio. La ligereza de los políticos que viven de que los irresponsables voten por ellos produjo una trampa de inviabilidad. Un diario tituló: “Air-e al borde del colapso: podría haber racionamientos masivos de energía en la Costa si el Gobierno no actúa”. Es peor. Ninguna medida del Gobierno salva a una comunidad de sus propias fallas. Es la sociedad la que tiene que cambiar.

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