El desarrollo ocurre con la creación de empresas capaces de generar valor de manera competitiva. Es a través de ellas que la sociedad se organiza, se cohesiona y cada uno de los ciudadanos entregamos nuestra capacidad de hacer más y mejores cosas.
El estancamiento de Latinoamérica esta básicamente explicado por las limitadas posibilidades de generar buenas empresas. Las regulaciones adversas, como los niveles de impuestos y el costo de la formalidad, los niveles de las tasas de interés, los cortos plazos de financiación, y los costos estructurales han hecho que pocos emprendedores puedan prosperar y que la región en su conjunto cayera en una trampa de bajos crecimientos, alta informalidad, bajos ingresos y una sociedad dual con segmentos integrados a la globalidad y un grueso de la población con condiciones de vida limitadas.
En este contexto, hace cuatro décadas surgió una empresa familiar, Crepes & Wafles. En cientos de restaurantes en Colombia y otros países ha desarrollado un exitoso modelo de comidas sanas y sofisticadas con precios asequibles para un amplio segmento de la población. El servicio, la innovación, la impecable presentación, la han convertido en un lugar de encuentro predilecto que se manifiesta en los niveles de ocupación y las colas de espera de sus clientes.
Los estudios de pobreza revelan dos segmentos de población altamente vulnerables y que concentran el mayor número de familias en unas condiciones de capital humano y social que limitan sus posibilidades de acceder a empleos y condiciones de ingresos dignos. Estos son las madres cabeza de familia y las familias campesinas víctimas de violencia y desplazamiento.
De manera silenciosa y discreta, desde sus comienzos, Crepes & Wafles decidió darle un propósito superior a su modelo de negocio. Las mujeres que emplea en su organización son madres cabeza de familia que en otras condiciones no podrían tener un empleo que les permitiera superar sus condiciones de pobreza. Decidió además incorporar a su cadena de aprovisionamiento las comunidades campesinas y continuamente están introduciendo nuevas opciones en su menú con platos preparados con sus productos.
Las empresas a lo largo de la historia han sido el eje de la construcción de las civilizaciones y las sociedades. El 77% de los colombianos se sienten satisfechos con sus empleos y sus empresas y 73% confía en los empresarios. El 86% cree que son las empresas las que hacen prospero un país. Pero a su vez 74% dice que es difícil crear empresa (Laboratorio de Empresa, U. El Rosario).
En 1914, Henry Ford decidió que el ingreso de sus trabajadores debería ser del nivel que les permitiera adquirir uno de los vehículos que él fabricaba. Si esto se lograba, las empresas construirían una nueva sociedad. Concebía los negocios como un servicio a la sociedad. La revolución del Fordismo trasformó la vida urbana y construyó la llamada clase media que transformó el siglo 20.