Analistas

El gran error de la paz

Diego Gómez

Tres noticias expresan el grave estado de seguridad en el que se encuentra el país: una producción de cocaína anual cercana a las 3.000 toneladas con 253.000 hectáreas sembradas de coca, el paro de la minería de oro ilegal, y el puesto 146 entre 163 países en el Índice Global de Paz. El asunto es que las tres noticias son una evidencia de una dinámica interna de descomposición del país muy profunda. El mayor error histórico de este país en las últimas décadas ha sido la forma en que ha buscado la paz y cómo enfrentó el crimen organizado.

Este señalamiento se ha tratado en dos columnas anteriores: “La paz equivocada”, en marzo 2024 y “La guerra que construimos” en noviembre 2023. En el primero se mostraron las cifras de violencia en el país y se argumento el camino errado del proceso de paz del 2012 y de la Paz Total. En el segundo se explicó el error de pretender mezclar paz y crimen y no entender que las dinámicas de crimen están devastando el país, en lo ambiental y en lo social.

El Indicador Global de Paz genera unos cuestionamientos profundos al país. La metodología evalúa tres campos: Conflicto interno o externo, Seguridad ciudadana, Nivel Militarización.

En el Conflicto Interno el país de 2012 a 2024 ha visto multiplicarse y fortalecerse a los grupos de delincuencia organizada, esto se refleja en que en Seguridad Ciudadana somos calificados en el lugar 160, solo es peor el Congo, y la calificación empeoro pasando de 3,41 a 3,75. Mayor a peor. Obviamente en Nivel de Militarización estamos altos, lo que es imperdonable es que llevemos 12 años de uso ineficaz de la fuerza pública. En 2014 tuvimos una calificación ponderada de 2,70, en 2024 tuvimos 2,88. Estamos peor que hace 10 años.

Con base en estos indicadores del Instituto para la Economía y la Paz es claro que el Proyecto de Paz del gobierno Santos evidentemente fracasó. Como señalo el Nobel James Robinson en una sus entrevistas, se perdió lo avanzado en instituciones y control territorial en la primera década de 2000 y se permitió que nuevamente avanzara el crimen organizado.

Señalaba: “Casi que podría describirse como una utopía constante que permite imaginar que se pueden resolver los problemas sin construir las instituciones necesarias para reconfigurar la sociedad. El proceso de paz con las Farc es un ejemplo de ello”. Hemos creído que negociamos la paz con “Camilo Torres” y el crimen con “Robin Hood”.

Además dijo “La única persona que tenía un plan real de cómo cambiar las cosas fue Uribe, como queda claro cuando se lee su autobiografía. Su problema es que solo le interesaba derrotar a las Farc. Pero hay unas verdaderas lecciones que se derivan de lo que hizo bien y cómo lo estructuró” (El Tiempo, 19 de oct. 2024) En 2012 en una entrevista había dicho: “Una de las causas de los problemas masivos de Colombia es que el Estado central básicamente no controla la mayor parte del país, y el paramilitarismo es un ejemplo”. Añadió: “El problema general de Colombia es una increíble falta de orden y la inhabilidad del Gobierno para gobernar de alguna manera eficiente”. …El asunto es que este gobierno lo termino manejando Santos y está peor que los anteriores.

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