Analistas

El mito precario del turismo

Diego Gómez

La agenda común en los planes de desarrollo de gobernaciones y municipios es el turismo. Difícil encontrar uno en el que este no sea una apuesta clave como eje de desarrollo socioeconómico del municipio. La realidad contrasta duramente contra esta ilusión.

Conviene revisar con detenimiento los resultados de las experiencias de desarrollo turístico del país. Empecemos por Cartagena. Difícil defender con base en los indicadores de la ciudad la fortaleza de esta actividad como base de una transformación integral de una comunidad. Cartagena ha mantenido niveles de pobreza monetaria por encima de 35% y multidimensional de 20%, con una informalidad de 60% y tiene hoy un desempleo de 13,8%, la tasa más alta entre las altas capitales. La realidad del turismo en esta ciudad es que genera unas grandes inversiones hoteleras que rentan a inversionistas y operadores y generan empleos formales básicos y un encadenamiento de informalidad y bajos ingresos. Es importante anotar que estos resultados sociales son luego de sumar los efectos positivos de la zona industrial de Mamonal y las demás actividades productivas y de servicios.

Boyacá fue otra gran apuesta desde los años 70. Las grandes inversiones hoteleras iniciales han mantenido su operación, pero luego del auge inicial no se ha tenido un crecimiento sustancial. La pobreza multidimensional es de 38,5% y el desempleo en Tunja es de 12,8%.

La apuesta exitosa en términos de posicionamiento reciente ha sido el Eje Cafetero. Específicamente Quindío y Armenia decidieron en el plan de largo plazo propuesto en el Corpes de Occidente de 2001 centrarse en el turismo como eje de su desarrollo. Manizales optó por empresarismo de base tecnológica y Pereira por industria y comercio. Armenia mantuvo niveles persistentes de desempleo entre 15% y 21% en la pasada década y el promedio del año anterior fue de 12,3%. El desempleo en Pereira el año anterior fue de 9,4% y en Manizales de 9,8%. En la década pasada ambas ciudades tuvieron niveles de desempleo 5 puntos por debajo de la tasa de Armenia.

Las grandes apuestas en nuestro país no muestran bondades especiales en el turismo. Tampoco muestran grandes bondades en países líderes como España, Grecia, Portugal o Italia, que mantienen entre los mayores niveles de desempleo y los más bajos niveles de ingreso del continente europeo y con reacciones sociales crecientes en contra del turismo y la gentrificación.

Un país latinoamericano exitoso y altamente dependiente del turismo es República Dominicana. En una consultoría que realizó hace una década se evidenció que el país requería del orden de US$7.000 millones anuales para costear las importaciones requeridas anualmente. El turismo solo estaba en capacidad de aportar US$3.500 millones, la mitad de lo necesario. Es iluso pretender tener una sociedad equitativa y competitiva solo con el turismo. Hay que tener apuestas más integrales y generadoras de economía y contenido que a su vez se conviertan en turismo. Con mas ciudad hay más turismo.

Un ejemplo de éxito en turismo como resultado de ser más ciudad ha sido el de Medellín. Sin que hubiera sido su propósito, con los visitantes de negocios, las innovaciones económicas, culturales, urbanas y sociales terminaron impulsándola como un destino de nómadas digitales y visitantes de larga estancia.

TEMAS


Turismo - nómadas digitales - Hoteles - Inversión - pobreza - Empleo