Todos los colombianos, especialmente quienes votaron por Petro, Fecode y los maestros, debían tener claro que Petro en la Alcaldía de Bogotá hizo un manejo arbitrario y contrario a la Ley con la recolección de basuras. La ciudad se sumió en un caos.

La crisis que vivió Bogotá finalmente le costó al alcalde Gustavo Petro la destitución e inhabilidad, que luego fue reversada por la Cidh. Entregó el manejo de las basuras a la empresa Aguas de Bogotá, que nunca pudo implementar el “modelo Petro”. La ciudad de se vio inundada por 9.000 toneladas de basura, 39 camiones inútiles y decomisados, un caos ambiental, sanitario y de movilidad, y luego de cuatro días de desastre, en diciembre de 2012 tuvo que dar marcha atrás. Luego vinieron las investigaciones y sanciones de Fiscalía, Contraloría, y Superintendencia contra los funcionarios.

El manejo del sistema de salud de los maestros está padeciendo el mismo esquema de gestión de Petro. Arbitrariamente, obligó a que el 1 de mayo entrara el nuevo sistema. Fecode y los maestros fueron a la Plaza de Bolívar como borregos a aplaudir el anuncio de la entrada en operación del nuevo “Modelo Petro de Salud” para el Magisterio. Consiste en pagar directamente a los prestadores las atenciones requeridas por los maestros prescindiendo de las entidades gestoras que contrataban las redes en el anterior modelo.

Se juntaron tres males: primero, de manera apresurada se puso en marcha el “modelo” sin tener los aplicativos y procesos requeridos. Segundo, se intenta de implementar contratos con “todos” los prestadores que los maestros quieren sin tener claras ni las tarifas ni los procedimientos. Tercero, ese modelo simplemente no funciona y conduce a sobrecostos, insuficiencia financiera, corrupción y desatención. ¿Y dónde queda la famosa atención primaria que tanto han esgrimido como eje de su modelo? Simplemente no está. Importante anotar que este esquema fue el que llevo finalmente a la quiebra del ISS.

Lo humanamente inadmisible de este cambio es que no se está tratando con basuras. Se trata de vidas humanas, de familias que sufren por la desatención de hijos y padres con necesidades permanentes de atención o tratamientos críticos de los cuales dependen sus vidas.

El anterior sistema de salud del Magisterio no funcionaba bien. Hace unos años se contrató un equipo de expertos para que lo rediseñara y a los dos días del inicio de su trabajo sus celulares y computadores estaban siendo hackeados. Las conclusiones del estudio fueron que los maestros tenían una atención en su sistema de inferior calidad a la del sistema general, costaba mucho más su UPC y tenían enormes debilidades en medicina preventiva. Se sumaban los indicios de corrupción por parte de políticos y directivos de Fecode.

Se está entrando en una situación sin salida en el sistema de salud colombiano. La reforma que pretende Petro es un caos y el actual sistema entrará en la misma situación que el sistema del Magisterio por la insuficiencia de la UPC. Sólo si las Cortes actúan y corrigen la UPC logramos salvar el sistema de salud de la insensatez y arbitrariedad de Petro. …y a los maestros les va mejor si se afilian a una buena EPS.