Analistas 13/09/2023

No sean brutos

Diego Gómez
PhD, Director ECSIM

Desapacible la frase de Petro en una intervención la semana anterior, como siempre, improvisada y haciendo abuso de su pretendida capacidad de oratoria, con intervenciones que de manera persistente generan problemas a su gobernabilidad. Bruto es el que no aprende. ¿Qué ha aprendido la izquierda latinoamericana de los ocurrido en Cuba, Venezuela y Nicaragua? ¿Que aprendió del fallido gobierno de Allende en Chile?

Dos grandes errores acontecieron en Chile hace 50 años en septiembre de 1973. El primero, la incapacidad de la izquierda de gobernar y corregir el colapso social económico e institucional al que habían llevado a Chile los tres años de gobierno de Allende; y el segundo, la enorme incapacidad de la oposición de darle una salida democrática y caer en un vergonzoso asalto militar y una dictadura brutal.

Los aprendizajes que deberían tener Petro y la izquierda del gobierno de Allende son críticos, y los errores los repiten. Sebastian Edwards, reconocido economista de libre mercado y profesor en Ucla, que en su época de estudiante fue militante del movimiento de Allende y funcionario del gobierno en la comisión de control de precios, relata en las entrevistas y en el recientemente publicado libro “Proyecto Chile”, los hechos que enmarcaron uno de los episodios claves en la historia latinoamericana reciente.

El gobierno inicia con una economía en funcionamiento y que acelera su crecimiento con un incremento del gasto público financiado con emisión y un aumento de los salarios por encima de la inflación. La inflación se desborda y llega en los siguientes dos años a superar 600%.

El gobierno expropia empresas y las pone bajo la dirección de recién egresados militantes del partido socialista. El sector productivo empieza a desplomarse como un castillo de naipes derivado de las reducciones en los suministros.

La Comisión de Precios, de la que hizo parte Edwards, establecía qué precio podía cobrar cada empresa con base en una solicitud que estas hacían a una comisión integrada por 25 expertos. La economía colapsó pues el mecanismo hacía inviable la producción y las empresas entraban en pérdidas.

La sociedad entró en un desabastecimiento general. Múltiples manifestaciones de violencia se generalizaron, desde invasiones de predios, saqueos, secuestros y asaltos. Múltiples movilizaciones y paros se dieron durante el año previo a septiembre de 1973, entre ellos el de los transportadores.

Allende impotente cayó en la situación que anticipa Fitch para Petro, en la inocuidad. La semana previa al golpe anticipó el final e hizo un llamado a un acuerdo nacional que su propia coalición rechazo. Desafortunadamente para Chile y para Latinoamérica no se tuvo la sensatez y paciencia para tener un proceso institucional y democrático de finalización del gobierno fallido. Haber precipitado la ruptura institucional aún está implicando costos y fantasmas que después de décadas no se resuelven y disipan.

De ese segundo error se ha aprendido. Con Petro tendremos tres años complejos y difíciles y dos tareas son fundamentales, la primera es evitar desde las instituciones los daños a la sociedad y la economía derivadas de las propuestas irresponsables de este gobierno, la segunda tarea es construir el proyecto de país de largo plazo que emprenda un nuevo gobierno.

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