Nos va mal con Petro
sábado, 23 de noviembre de 2024
Diego Gómez
Hacer un comparativo con las cifras del trimestre de 2022 nos da una perspectiva más específica de lo que ha significado este gobierno para la economía. Los cuadros base con las cifras a pesos constantes se pueden bajar en: https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/cuentas-nacionales/cuentas-nacionales-trimestrales/pib-informacion-tecnica.
La cifra crucial en una economía es la inversión. La creación y expansión de las empresas son la base de la inclusión social y el aumento de la productividad con la introducción de productos y servicios de mayor sofisticación. Una lectura es que la Formación Bruta de Capital (FBK) creció 22,7% anual. Pero un análisis más detenido inquieta. La cifra trimestral comparada con 2022 es 19% inferir y anualizada es 21,9% menor. Es decir, invertimos mucho menos. Al tercer trimestre de 2022 la FBK anual era 19,9% del PIB. Este año es 15,2%. En 2014 esa cifra era 24,8%.
El consumo de los hogares solo ha crecido 1,56% desde 2022, el PIB lo han jalonado las exportaciones, sobre todo las agrícolas. Flores y café tuvieron unos muy buenos crecimientos, de 24,5% y de 36%, ambas no gracias a Petro sino más bien a pesar de las erráticas y adversas políticas de este gobierno.
Esto se evidencia en la producción, el agro es 11,9% más grande que en el tercer trimestre de 2022. Lo contrario ocurre con industria que se ha contraído 7,7%, con el sector minero energético que se redujo 3,18% y con construcción que es 4,7% menor. Pasaron de representar 20,1% del PIB a 19,2%.
Han crecido los sectores de electricidad, fundamentalmente por un efecto de precio. Salud, porque ahora es más costosa para los hogares, no porque haya más servicios, hay menos. Financiero, con un aumento importante en el valor de los intereses. Crecieron también los gastos del gobierno, bebidas y juegos de azar. Que una economía este creciendo por gasto público, apuestas, bebidas y mayores costos en salud y energía, no es buena noticia. Estas son parte de las actividades que Adam Smith denominaba no generadoras de valor.
Las cifras más preocupantes son las de los hogares y los empresarios. Están publicadas en cifras corrientes y para el primer trimestre de 2024. Por eso, debe hacerse un ajuste con la inflación acumulada desde septiembre 2022 a marzo de 2024, que es de 15,18% (con datos del portal del Banco de la República). En el cuadro del Dane la remuneración de los asalariados, los empleados formales, crece el 12,08%, es decir ha decrecido 3,1% en términos reales. La cifra de los informales muestra una caída en términos corrientes de 9,66% y una real de 24,8%. Las utilidades de las empresas, el llamado Excedente Bruto de Explotación ha caído 6,36% nominal, 21,6% real. Las mayores pérdidas de rentabilidad han sido en minería 53,2%, y en manufactura 22,8%, ambos en pesos corrientes.
Lo que sí creció significativamente son los impuestos. 34,7% en términos corrientes. Ahora es el 16,6% del PIB, 2% más que en la década pasada. Nos va mal a los colombianos de bien, les va bien a los corruptos. Lo positivo es que las cifras económicas muestran un país que no se deja destruir.