La mejor educación del mundo disponible en la nube
martes, 26 de agosto de 2025
Diego Hernández Losada
Los profesores Bill Cope y Mary Kalantzis, junto con Akash Kumar Saini, de la Universidad de Illinois, publicaron este año el artículo “The Ends of Tests: Possibilities for Transformative Assessment and Learning with Generative AI”. En él destacan tres grandes potenciales de la inteligencia artificial, IA, generativa en la educación, movilizando a los estudiantes del aprendizaje basado en contenidos hacia procesos formativos más profundos.
Primero, la combinación cuidadosa entre IA contextual e IA generativa puede provocar un salto cualitativo en la pedagogía y la evaluación. Segundo, la IA puede elevar la competitividad de los docentes, mejorando la calidad de su vida académica, aunque exigiéndoles una reinvención que los haga competentes en su uso. Y tercero, la IA abre la posibilidad de avanzar hacia la justicia epistémica en un mundo donde la educación, especialmente el acceso, la permanencia y la graduación, históricamente ha terminado por reproducir desigualdades sociales.
El artículo subraya que ya no se pueden mantener prácticas anacrónicas de evaluación ni una tradición pedagógica centrada exclusivamente en el profesor. Si aspiramos a formar ciudadanos capaces de prosperar en un mundo competitivo, digital, hiperconectado, marcado por la sostenibilidad y los intercambios culturales, es necesario y urgente repensar los métodos de enseñanza y las formas de evaluar.
Hoy se demanda que los profesores integren tecnologías emergentes y exploten su potencial, incorporando en sus currículos la mejor educación del mundo, ahora accesible en la nube. La IA no sustituye al profesor, sino que amplifica su labor: permite diseñar rúbricas inteligentes, ofrecer retroalimentación personalizada y brindar acompañamiento 24/7. La IA libera tiempo al docente de tareas repetitivas para enfocarse en lo humano: motivación, trabajo en habilidades “blandas” y valores.
En este escenario, las fronteras del conocimiento se reducen y los docentes pueden acercar a sus estudiantes a saberes de frontera, estimulando su curiosidad, autonomía y capacidad de gestionar su propio aprendizaje para alcanzar vidas plenas y valiosas.
Sin embargo, la transformación no es automática. Aunque los niveles de deserción en Colombia han disminuido desde 2017 (27,99%) hasta ubicarse en 2023 en 23,15% para el nivel universitario y en 32,01% y 33,52% para los niveles tecnológico y técnico profesional (Spadies 3.0, 2023), los retos siguen siendo enormes. Cuatro de cada diez estudiantes universitarios no logran graduarse después de 14 semestres, y la situación es similar en los ciclos tecnológicos y técnicos profesionales. La IA puede contribuir a mejorar permanencia y graduación, por medio de la detección temprana de riesgo académico, la personalización de trayectorias formativas y las tutorías adaptativas.
La solución no es inmediata ni universal. En nuestro país se requiere acompañar la adopción de IA con inversión en conectividad, alfabetización digital, formación docente, marcos éticos y regulatorios para que esa nube del conocimiento sea realmente accesible y no reproduzca nuevas exclusiones. No obstante, si asumimos el cambio con visión, compromisos sostenidos de política pública y financiación, Colombia podrá convertir la nube del conocimiento en un gran catalizador de equidad, competitividad y transformación social del siglo XXI.