Hace poco, en un evento, conversábamos con micro y pequeños empresarios sobre la importancia, pero sobre todo el impacto que tienen ellos en nuestro país. Y es que no se trata solo del aporte que realizan en materia de desarrollo económico y de generación de empleo, se trata, además, de los efectos que tiene su inclusión dentro del mercado, de la influencia que ejercen en sus comunidades, de la gestión del talento humano y, por supuesto, del ejemplo que dan a las generaciones futuras.
En el contexto actual, 90% del empleo y el desarrollo económico en Colombia se genera por micros y Pyme, algo que ratifica su importancia. Ahora bien, datos no tan positivos indican que el tiempo de vida de las empresas se ha reducido de 75 a 10 años y que 99% de las start up fracasa, lo que hace relevante crear empresas sostenibles, generadoras de riquezas y que provean un impacto positivo a la sociedad.
Por eso, he querido compartir algunas ideas a tener en cuenta para un emprendimiento efectivo, que nacen desde nuestra experiencia y de las experiencias de participantes en el Premio a la Excelencia, evento que, desde hace 16 años, reconoce a los micro y pequeños empresarios en Colombia.
La primera es: Los negocios no son fáciles, pero hacer empresa es aún más difícil. Hay que seguir un proceso, hay que aprender rápido, hay que encontrar las oportunidades, adaptarse y persistir. La segunda es hacer a los clientes y a las comunidades parte activa de la compañía. La tercera: ampliar la perspectiva, romper el paradigma del individualismo y pensar en el bien común. Los empresarios efectivos hoy se preguntan no solo ¿cómo voy a hacer productivo mi negocio? sino ¿cómo con mi empresa contribuyo a la sociedad y cómo desarrollo y ofrezco soluciones pertinentes que respondan a las necesidades de mis clientes? Y la cuarta idea es contar con trabajadores altamente comprometidos. En este escenario, cómo crear condiciones para liberar el máximo potencial de los micros y pequeños empresarios es sin duda un reto que tiene muchas dimensiones. No obstante, herramientas que promuevan la colaboración y cooperación, espacios de aprendizaje y de intercambio de ideas (virtuales y físicos), creación de comunidades que permitan establecer conexiones, construir relaciones y generar conocimiento compartido, son aspectos vitales en medio de una realidad empresarial en donde tiene más valor el individualismo y el interés particular.
Por eso, cada vez es más frecuente encontrar comunidades como “Equipo Amigo del Banco Caja Social” (grupo en Facebook con contenidos, videos y espacios de encuentro para quienes quieren hacer crecer su empresa), que reafirman aquello de “la unión hace la fuerza”. Trabajar en equipo implica aportar para lograr un objetivo más grande, amplificar las voces, acompañar causas de beneficio común que redundan en un mejor escenario de negocios para todos y lograr afinidades para conseguir resultados que de otra manera serían inalcanzables, entre otras cosas, lo que les permitirá ser aún más relevantes para el desarrollo económico del país, además de convertirse en un importante motor de progreso para la sociedad.