A la pregunta en dónde le gustaría vivir le sobreviene una respuesta clásica que siempre señala otras ciudades o lugares pintorescos, exóticos, modernos, juveniles, culturales, turísticos, rumberos, etc., casi todos en otros países. Pero si cerramos más el filtro de la pregunta y precisamos: “¿en qué lugar de Colombia le gustaría vivir? Quizá las respuestas son más interesantes. Yo lo veo de esta manera. Es difícil tomar la decisión de irse del país o más bien quedarse, aún en las circunstancias actuales.
A mí, como a la inmensa mayoría de los jóvenes, la inquietud nos ronda desde siempre, me vienen a la cabeza ideas seductoras con respecto a buscar un nuevo norte, recibir otros aires, atmósferas distintas, pero a la vez, me cuesta dejar lo que he construido durante algunos años. ¿Es válido querer a Colombia, agradecer lo que me ha dado, atesorar a mi familia y amigos, el trabajo, y a la vez, querer más? ¿Se vale tener hambre sin sonar desagradecida? ¿Querer dejarme sorprender por una historia llena de posibilidades?
Qué difícil es dejar lo que se ha construido, el camino recorrido, la experiencia; pensar en soltar eso que tanto esfuerzo te ha costado, que miedo pensar en cambios marcados por la incertidumbre, pero que al mismo tiempo que emoción sentir que hay un millón de posibilidades aún inexploradas, al salir de tu casa. Desde muy pequeña dejé mis amigas del colegio y nos fuimos con toda mi familia a aprender inglés a Londres: colegio nuevo, casa nueva, rutina diferente, clima etc. A los 16 años hice un intercambio en Vancouver; viví en una casa de familia y estudié; al graduarme del colegio viví en Buenos Aires; regresé, hice la universidad en Medellín y las prácticas en Madrid. Todo esto para decirles que llevo un buen tiempo trabajando por mis sueños y mis metas que al parecer quieren traspasar fronteras. No tengo deudas ni amarres y estoy segura que en algún momento quizá parta.
No tengo claro a dónde, quizá Europa, Estados Unidos o México, pero como la vida da tantas vueltas, mejor esperar, pero el cuento va a si me tocara vivir en Colombia en qué lugar me gustaría. Les doy estos datos que me dicta la experiencia y la de mis compañeros de trabajo. No hay mejor ciudad para progresar profesionalmente que Bogotá, al menos en mi campo. Aquí están los mejores salarios, la vida cultural, los restaurantes y gente de todos los lugares. Claro está que es una plaza para jóvenes en donde la vida es especialmente solitaria y dura.
Peco por regionalista, pero Medellín es mi verdadera casa. Allí puedo vivir del clima, hacer proyectos y tener una calidad de vida indiscutible, sería mi segunda opción. Aunque no hay muchas oportunidades laborales en los campos informativos. Cartagena es Cartagena, no solo es un balneario, sino una ciudad en donde pasan muchas cosas. El mundo político y empresarial tiene que ver todas las semanas con la Ciudad Amurallada, y si el trabajo que uno tiene se desarrolla en el sector hostelero es la más indicada; ese sería mi tercer lugar.
Aunque hace unos días confesé en la cabina de La FM que me he sentido atraída desde hace un tiempo por tener un experiencia en el campo, es decir, irme a vivir un tiempo rodeada por la naturaleza. Solo el destino lo dirá. ¿Y ustedes dónde vivirían?