Analistas 05/12/2025

Inversión inteligente en primera infancia en Bogotá y su retorno social

Ha sido bastante estudiado y demostrado el impacto social que tiene la inversión pública en primera infancia, incluso en columnas previa hemos analizado los efectos de las políticas hacia esta población. Este artículo presentará los efectos de estas políticas en el Distrito Capital y los beneficios sociales que los jardines infantiles tienen sobre las cuidadoras.

Colombia es uno de los países referentes en la región en la discusión, definición y concreción política en relación con el desarrollo integral infantil, la garantía de derechos y la prestación de servicios a la primera infancia. Si bien aún hay temas por trabajar, como los relacionados con la medición del desarrollo integral, que contiene aspectos filosóficos y conceptuales que complejizan las decisiones relacionadas con los instrumentos a utilizar, así como variables e indicadores para medir el impacto sobre niñas y niños, las evaluaciones en el país han evidenciado resultados positivos.

En el caso de Bogotá, el Plan de Desarrollo Distrital ‘Bogotá Camina segura’ 2024-2027 se puso como meta incrementar la cobertura de servicios de atención integral y la construcción de un sistema de aseguramiento de calidad para los servicios de primera infancia. Durante 2025 Econometría, contratada por la Secretaría Distrital de Planeación, realizó una evaluación de operaciones y resultados de los jardines infantiles de la Secretaría Distrital de Integración Social (Sdis). Esta evaluación demostró resultados positivos y puntualizó algunos aspectos que deben servir a la Administración Distrital para lograr, de mejor manera, las metas y compromisos que adquirió.

Por un lado, se evidenció una contribución positiva al desarrollo integral de niñas y niños en relación con la seguridad en sí mismos y en el mundo que les rodea, con la comunicación a través del lenguaje y el movimiento y con la experimentación y el pensamiento lógico, visto desde la perspectiva de sus cuidadores. Este resultado se incrementa por cada mes de asistencia y alcanza su máximo alrededor del cuarto o quinto mes, donde luego la relación empieza a perder fuerza; esto pone sobre la mesa la necesidad de garantizar no sólo el acceso, sino sobre todo la permanencia de las niñas y niños en los servicios.

En cuanto al goce de derechos, debe ser un resultado fundamental que niñas y niños crezcan en contextos que garanticen sus derechos, en materia de cuidado, protección, nutrición y salud. En el estudio se evidenciaron prácticas de crianza cálidas y amorosas por parte de las personas cuidadoras, que evidencian el apoyo brindado a ellas en el fortalecimiento de las pautas de crianza y cuidado.

En cuanto a la nutrición, la evaluación encontró que la asistencia a los jardines genera tendencias positivas en la relación peso/talla por cada mes adicional de asistencia de las niñas y niños, por lo que se pudo concluir que existe un retorno positivo a la inversión realizada en salud pública preventiva. En relación con la salud, se constató que el servicio de jardines actúa como un vehículo eficiente para garantizar derechos básicos de salud, lo que puede traducirse en el futuro en menores costos sociales y sanitarios.

Pero además de los efectos sobre niñas y niños, hay un efecto muy poderoso sobre las personas cuidadoras, que en su mayoría son mujeres, ya que los jardines habilitan la autonomía personal y económica de ellas. Casi cuatro de cada cinco cuidadoras (79.1%) reportan tener más tiempo disponible para su cuidado personal y el 71.9% para actividades de descanso y recreación gracias a la asistencia de sus hijas e hijos a los jardines sociales.

En contraste, solo un tercio de las cuidadoras tiene más tiempo para buscar trabajo o para trabajar más horas. Es claro que el tiempo liberado es una condición necesaria pero no suficiente para la inclusión laboral, por lo que se requiere abordarlo de una manera más articulada institucionalmente desde las iniciativas y estrategias de inclusión laboral de las mujeres que tiene la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico. Frente a este último aspecto, los jardines nocturnos se constituyen en una alternativa crucial para apoyar las necesidades laborales específicas de algunas mujeres, que sin este servicio no podrían realizar sus actividades.

Si bien estos resultados son positivos, la salud mental de las cuidadoras es un punto clave a trabajar, tanto por sus efectos en el desarrollo y cuidado de las niñas y niños, como en variables sociales, económicas de salud pública. Sobre esto, el estudio encontró una alta prevalencia de estrés y agotamiento en las cuidadoras (cercano al 60%), lo que puede limitar los efectos positivos sobre uso del tiempo, y que indican a la Administración Distrital una necesidad de articular su oferta y focalizarla a este grupo de mujeres, utilizando los jardines como una plataforma para su difusión y promoción. Estos resultados son aún más preocupantes en los jardines nocturnos, por lo que si bien, como se dijo anteriormente, los servicios son necesarios para ciertas trabajadoras, también hay en ellas una necesidad mayor de atención por sus niveles de tristeza y de depresión.

La evaluación también hizo un análisis de costos-efectividad de los jardines que permitió concluir que, si bien hay modalidades más costo eficientes en términos de la relación costo vs logros en desarrollo, como son los Jardines diurnos y los Jardines Nocturnos operados directamente por la Sdis en sus respectivos grupos de análisis, hay otros tipos de jardines que, a pesar de tener costos unitarios más altos, pueden ser la mejor, y a veces la única alternativa para las necesidades de ciertos grupos en la ciudad. En consecuencia, la provisión de estos servicios es fundamental para garantizar los derechos de poblaciones vulnerables y culturalmente diversas.

Aun así, e independientemente de las modalidades en la prestación de los servicios, la evaluación encontró que aumentar la cobertura y optimizar la ocupación de cupos puede maximizar la eficiencia de la inversión actual, en la medida en que se alcance una cobertura cercana a los cupos máximos definidos. El Distrito debe tener en cuenta, no solo los costos unitarios, sino también las capacidades de infraestructura, la atención efectiva a las necesidades particulares de los entornos, y la composición poblacional en las localidades atendidas. La evaluación demuestra que los Jardines Infantiles son una inversión estratégica con alto retorno social, lo que aporta sustento a la apuesta del Plan Distrital de Desarrollo de aumentar cupos para la atención de niñas y niños entre los 0 y los 5 años, pero también aporta a la decisión política luces sobre aspectos que, no siendo directos de los servicios, deben ser reconocidos y abordados para garantizar dicho retorno. La alta prevalencia de estrés y agotamiento en cuidadoras, por ejemplo, exige atención para que la transformación del tiempo liberado se constituya en un verdadero acceso a la autonomía económica.

Nota: si quiere conocer los resultados de la evaluación, los puede consultar en el siguiente link: https://www.sdp.gov.co/gestion-socioeconomica/evaluacion-politicas-publicas/evaluaciones/evaluacion-de-operaciones-resultados%20-y-costo-efectividad-de-jardines-infantiles-sdis

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Programas sociales - Primera infancia