A ocho meses de posesionado, Petro visitó al presidente Biden de Estados Unidos, con una agenda de asuntos claves como justicia ambiental para el planeta y el cierre de la brecha social creciente por las diferencias económicas en las relaciones internacionales. Medio ambiente y transición energética fueron los temas básicos.
Para destacar, se logró desnarcotizar la agenda binacional que durante 30 años tuvo la erradicación de los cultivos ilícitos como tema único, con la permanente exigencia de fumigación. El reto, construir unas relaciones con un impacto más positivo para el futuro. No faltaron los críticos que esperaban resultados más concretos, y ni siquiera hubo un comunicado conjunto.
Biden está buscando su reelección presidencial y tiene que construir una agenda internacional atractiva con mucho cálculo político de impacto en lo doméstico y en el nivel internacional. Siempre se vende una reunión como histórica y esta reunión estuvo marcada por aspectos interesantes.
Estados Unidos debe asumir como su principal tarea manejar el problema del narcotráfico ya que sus jóvenes son los principales consumidores de droga del mundo, y en eso tienen pocos resultados porque no bajan el consumo.
Petro se quiere posicionar como líder de la izquierda continental, y casi todos los países de Latinoamérica son de izquierda. Debe trabajar mucho para ganar ese espacio. Por eso insistió en los temas de la conferencia de Stanford como el medio ambiente, para disminuir la emisión de CO2 que destruye la capa de ozono. Por eso es importante la propuesta de intercambio de deuda por acción climática. Hay que evitar la deforestación del Amazonas como resultado de la lucha contra los cultivos ilícitos que cada vez ocupan mayor área amazónica y son los culpables de su paulatina destrucción.
Estados Unidos tiene una vasta experiencia para perfeccionar y consolidar los bonos de deuda pública por la acción climática, que sería un hecho histórico. Petro tendrá un resultado claro, concreto y tangible en la política internacional para convertirlo en líder hemisférico.
La agenda binacional ambiental tendrá un costo económico para nuestro país, por la propuesta de Petro de limitar el uso de hidrocarburos. La transición energética debe diseñarse con el modelo más amigable con el medio ambiente, pero sin suicidar económicamente al país. Una agenda con justicia ambiental.
Otro tema trascendental es Venezuela. Petro convocó para convencer a Estados Unidos de reducir gradualmente sus sanciones a Venezuela a cambio de que este país avance en sus procesos democráticos, hacia unas elecciones libres y limpias a cambio de apoyos energéticos en los cuales Venezuela tiene mucho que aportarle a Estados Unidos. Petro decidió restablecer las relaciones con Maduro, y promover una agenda con Estados Unidos para eliminar la situación difícil que afronta Venezuela por sus escasas relaciones comerciales con Estados Unidos.
Es importante concretar con Estados Unidos un apoyo decisivo en el intercambio de nuevas tecnologías. La futura economía del mundo se orienta hacia relaciones novedosas fruto de las nuevas tecnologías y la innovación. Es fundamental que Estados Unidos nos transfiera su conocimiento tecnológico.
Hay que destacar que se habló de crisis climática, economía verde y el compromiso de invertir US$500 millones para la salvación de la selva amazónica como un paso trascendental en beneficio de nuestra emergencia climática. Es una excelente noticia.