La gratitud es expresión de la nobleza humana. Dar gracias es un deber ético, en especial en la esfera pública. Dar las gracias por la confianza depositada es lo primero que se viene a mí espíritu al ser elegido gobernador del Departamento del Atlántico. Gracias a los electores porque me brindan la oportunidad de continuar con la causa de la Región Caribe y de su Autonomía para reducir pobreza.
Es conocido en la ciencia política que las elecciones en una democracia, tienen la misión de legitimar el poder, por esto, los resultados electorales en una democracia son sagrados en la medida en que expresen la voluntad libre y soberana del pueblo.
Los candidatos rivales han reconocido el legítimo triunfo de mi candidatura y están dispuestos a contribuir al éxito de la gestión que inicio en enero próximo. A ellos, gracias, y las puertas están abiertas.
Mi administración será una administración de puertas abiertas bajo una dimensión de pluralidad. Lo importante es que las fuerzas políticas tengan claro que estaremos al servicio del derecho humano y a una buena y recta administración pública. Ese es el eje de mi programa de gobierno: garantizar una buena y recta administración pública, el resto es el desarrollo de las tareas propias de la ejecución del programa que expuse a lo largo de mi intensa campaña electoral.
Necesitamos administraciones buenas y rectas, y es clave que se asuman retos que hagan de nuestro Estado algo moderno porque no podemos seguir siendo víctimas de un modelo de estado anacrónico que le corta las alas a las regiones.
Es en este sentido, que la aspiración de retornar al poder público, tiene en mí una dimensión más alta. No he llegado al cargo de gobernador para cumplir única y exclusivamente tareas de orden administrativo. Lo he hecho para que la Región Caribe ingrese a una modernidad que le ha sido negada. Insisto, el retorno al poder público tiene una finalidad primordial que no es otra que servir, en compañía de muchos, al proceso de Autonomía de la Región Caribe que necesita de impulso y concreción.
En esta fase de las negociaciones para superar el conflicto armado no internacional que he apoyado y apoyo y desde mi ejercicio gubernamental apoyaré, se requiere que las Regiones tengan presencia en las negociaciones porque la Nación tiene que ser la unidad en la diversidad de las Regiones, y los seres humanos, los de carne y hueso viven en las Regiones, pero las Regiones que piden su autonomía, como libertad política no son invitadas y no se les escucha.
Las Regiones tienen el derecho a estar presentes en las negociaciones. Es en las Regiones el lugar en donde debe ser cultivada la paz. No puede ser en otro sitio. Las Regiones, como la Caribe, que ha expresado en forma masiva su voluntad de Autonomía no renuncia a su pretensión histórica, la de recobrar la libertad política que perdió con la expedición de la Carta Política de 1886. Las Regiones, en particular, la Región Caribe necesita para la paz, su autonomía como libertad política.
En otras palabras, no puede soslayarse el Voto Caribe, como no puede soslayarse el compromiso que el presidente Juan Manuel Santos Calderón, le hizo a la Región Caribe de colaborar con el proceso de regionalización y con el derecho histórico de la Región Caribe a disfrutar de la autonomía e ingresar a la modernidad. Seré vocero de este derecho histórico de la Región Caribe y un soldado de esta noble causa. Mi gobierno es el gobierno de la lucha por la Autonomía de la Región Caribe, Ya.