Investigaciones sobre el virus
Los tres temas que se discuten con mayor rigor científico son: cómo alcanzar la mayor protección e inmunidad colectiva, las vacunas y el crecimiento de la pandemia. Las metas son bajar la mortalidad y vacunar. LaJolla Instituto de Inmunología explica que la inmunidad de los infectados puede durar, hasta ahora, ocho meses. Es lo único que se puede concluir por el recorrido que hoy lleva el proceso.
Nueva información explica que casi todos los supervivientes del covid-19 tienen las células inmunizadas necesarias para pelear contra la reinfección. Incluso más que los vacunados. Se necesita fortalecer y entrenar el sistema inmunológico para luchar contra los virus, que están por todas partes y con los que siempre hemos convivido. Más ahora con el nuevo virus del que poco se conoce, pero los recuperados ya lo hicieron.
Del análisis de sangre de 188 pacientes se concluye que el coronavirus, aprende a luchar contra las defensas del cuerpo logrando alargar su vida.
Llama la atención que los científicos no predicen cuanto tiempo se podría extender la inmunidad de los afectados que sobreviven hasta que no lo puedan comprobar. Y no lo pueden comprobar hasta que no ocurra. Las conclusiones se sacarán en dos o tres años cuando todo haya pasado. Aún estamos en la cresta de la ola. No presentan como definitivo el resultado de las investigaciones.
Los procesos de inmunidad varían en cada persona, según su rango de memoria. Las personas que tienen una débil memoria de inmunidad pueden ser vulnerables a un caso de recurrencia y pueden infectar a otros.
Siguen las pruebas de sangre para conocer con precisión lo que pasa después del síntoma. También trabajan para entender cómo varía la memoria inmune en cada grupo de personas y por edades.
Las personas con virus desarrollan anticuerpos especiales, pero, algunas declinan su fortaleza de lucha cuando pasa el tiempo, especialmente quienes están en los Sistemas de Salud. En 13 centros médicos se ha investigado el comportamiento de anticuerpos a 156 personas infectadas. El resultado es que 146 de los 156 han declinado sus niveles de defensa, lo que podría llevar a pérdida de protección y riesgo de infección.
Las investigaciones son preliminares, y los factores que afectan la inmunidad de personas infectadas o vacunadas varían por edad, sexo o raza y por sus hábitos de sueño, ejercicio y/o consumo de tabaco y droga.
Hay que destacar que ya se saben varios temas como: que la Ivermectina reduce la mortalidad 83%, que el frío replica más fácil el virus que se transmite en el aire, que el encierro produce ansiedad y angustia a los jóvenes, que el rango de mayor riesgo de muerte es de 60-79 años, a hipertensos, diabéticos y con problemas de riñones, asma y obesidad.
La expresión de que “yo quedé inmune totalmente al coronavirus”, podría ser verdad, pero depende de la duración de la inmunidad de cada persona y su adaptación a una nueva infección, tema aún desconocido. Los documentos científicos son muy dubitativos y llenos de incertidumbre. No se conoce el comportamiento del ciclo completo del virus. La vacunación es la solución conocida.
Con el Plan Nacional de Vacunación el Gobierno organiza al país en el proceso de vacunación y ofrece garantías hasta la “ultra congelación” necesaria para vacunar este año 2021 a todos los colombianos. Debemos apoyar al Gobierno en sus gestiones con los productos. Las grandes tareas: se debe invertir más en salud pública, hay que educar en autocuidado y generar confianza en las vacunas, y proteger a la población más vulnerable.