Analistas 12/05/2022

Pobreza: tarea generacional

Eduardo Verano de la Rosa
Gobernador del Atlántico

Amartya Sen en sus estudios sobre la pobreza, desarrolló las preguntas claves: ¿A quienes deben estar dirigidos los esfuerzos de una sociedad para bajar sus niveles de pobreza? ¿A quienes incorporar en este concepto de pobreza para ser eficientes en la designación de recursos? Su medición y definición son la principal herramienta. No se debe permitir a las personas llegar a ser tan pobres que finalmente ofendan y causen dolor a una sociedad. Es el reflejo de su fracaso.

A muchos preocupa más la incomodidad del impacto visual, que el sufrimiento y condición de las personas pobres. El reto principal es definir quiénes son el centro de interés para enrutar los esfuerzos para bajar la pobreza.

La reducción real del ingreso incrementa el sufrimiento de los pobres, por eso, se promueven cambios para reducir la pobreza, y evitar que los ricos se ofendan con su presencia. Creen que así alivian la situación. Como si fuera solo un problema estético.

Hay que dominar la esencia de la pobreza, para mejorar la calidad de vida de la gente más necesitada, buscar su bienestar y darles oportunidades de real progreso. Es lo justo.

Colombia ha avanzado en una medición más precisa. Desde 2002 los más pobres de nuestro país han bajado de 50% a 27% en 2017. La clase media ha subido de 16% a 31% en el mismo periodo. Un cambio importante. Los más vulnerables se mantienen en 40%. También se conoce que la ruralidad en Colombia ha bajado de 56% a 37%.

Al medir la pobreza multidimensional se concluye que el Caribe y el Pacífico la aumentaron por la pandemia por encima de 26%. Y es en las dos Costas donde se concentra la pobreza. Contrario al patrón de desarrollo del resto del mundo.

Las decisiones del Gobierno no han sido adecuadas, aunque la gente más pobre no estaban afectadas por la pandemia igual se les cerraron todas sus actividades, incluso las educativas. El 90% de los hogares antes de la cuarentena tenían acceso a tres comidas y bajó a 68%. Los más afectados, por la inflación son las gentes más pobres y vulnerables, mucho más que las de ingresos altos.

El nuevo índice multidimensional de inclusión productiva desarrollado por el Banco Mundial mide no solo pobreza monetaria, incluye nuevos factores más representativos como inclusión laboral y educación. Hay una evolución de los índices que no solo miden ingresos. Miden más factores de calidad de vida como: cobertura de necesidades básicas, mantenimiento de condiciones biológicas, requerimientos de supervivencia y posibilidades de trabajo.

El hambre es importante para medir la pobreza. Muchas personas logran sobrevivir con una alimentación escasa y tienen una esperanza de vida a pesar de sus limitaciones dietéticas.

Los procedimientos utilizados en la definición de pobreza como nivel de subsistencia son cuestionados por su enfoque estrictamente biológico. Importante definir el paquete nutricional y saber si la persona tiene los ingresos suficientes para adquirirlo o si los pueden cubrir con apoyos institucionales.

El concepto de pobreza es equiparable al de desigualdad. Por eso se analizan las transferencias de los ricos a los pobres que tienen un efecto considerable en muchas sociedades haciendo de la pobreza un concepto muy relativo.

La gran conclusión es que lo factores más importantes para jalonar el desarrollo y bajar la pobreza son: 1. El crecimiento económico 2. La distribución social de ese crecimiento y 3. La inflación.

Aunque la seguridad social Colombiana es de las mejores del mundo, porque el sano aporta para los enfermos y el rico aporta para el pobre, eliminar la pobreza es la tarea de nuestra generación.

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