Hace más de 100 años el físico alemán Alois Alzheimer hizo un análisis del cerebro de un fallecido que había padecido una extraña enfermedad. Lo rebanó en pequeñas tajadas y estudió con un microscopio los circuitos nerviosos que se comportaban de una manera diferente y sus células tenían unas proteínas que llamaron su atención.
La enfermedad hoy lleva su nombre y los científicos deben prevenirla. Más de 6 millones de norteamericanos tienen Alzheimer, 2/3 son mujeres y causa 500.000 muertes al año. En 2050, lo sufrirán más de 100 millones de personas. Hay que detener su avance con drogas y terapias, que aún no se han encontrado, 99% de las drogas no detienen su avance y se buscan otros caminos.
El Montreal Congnitive Assesment aplicó un tratamiento a 25 personas con Alzheimer; con toxinas, dieta alta en fibra y grasas basada en salmón, anchoas, sardina, con 45 minutos de ejercicio diario y debían dormir más de siete horas. Las conclusiones son importantes. Los procesos bioquímicos del cerebro son la base de su recuperación.
Los suplementos vitamínicos necesarios para prevenir el Alzheimer son conocidos: el B12, B6, vitamina D y especialmente el ácido fólico del aceite de hígado de bacalao con su alto componente de Omega 3, que ayuda al metabolismo bloqueando el colesterol alto y tiene una grasa buena que en el cerebro retarda la demencia.
Existía una idea errónea que el cerebro necesitaba azúcares para su mejor funcionamiento. Está revalidada y se ha ratificado que el cerebro actúa mejor con grasas, especialmente el Omega 3 con su componente DHA, que es ácido docosahexaenoico, esencial para prevenir el Alzheimer y para mujeres embarazadas. Un bajo nivel de DHA acelera el proceso de demencia o de Alzheimer.
El cerebro es como un músculo que si no trabaja, se atrofia. Los científicos recomiendan dietas altas en Omega 3 para la adecuada bioquímica cerebral. El cerebro debe estar expuesto a una constante actividad social, y es clave el permanente ejercicio de la mente, porque retarda la demencia. Cuando el Alzheimer es incipiente, la vida social es positiva, no así en los estados avanzados.
Mucha gente tiene “lagunas”, pero la sola conciencia de los olvidos indica que no está afectado por el Alzheimer. Son necesarios los ejercicios de entrenamiento cerebral por 20 minutos para una mayor irrigación que evita su deterioro. Otro gran estímulo cerebral es la risa y la diversión.
La medicina moderna soluciona el Alzheimer y otras enfermedades utilizando la bioquímica del cerebro. Se debe conocer la causa de una enfermedad, como las alergias, con un análisis bioquímico y no dejar de consumir lo que la causa como hacen los alérgicos a la leche. Es mejor tratarla con drogas y bloqueadores, pero no dejar de tomar la leche.
La diabetes, la intolerancia a la lactosa, el colesterol, la hipertensión, problemas de corazón, deficiencias renales, migrañas y problemas digestivos pueden ser tratados con suplementos vitamínicos adecuados y escogidos previo examen.
Algunas personas usan dietas y cambios de hábitos alimenticios y así eliminan los medicamentos. Error. La nueva medicina insiste en la grasa buena para el cerebro. Se acabó el mito de los carbohidratos y de los azúcares.
Eres lo que comes, además de tus hábitos de ejercicios, descanso, dormir por lo menos 6 horas, mucha interacción social, sin exceso de alcohol, conversar y recordar con amigos. Tener el cerebro en permanente actividad. La televisión no es mala, lo malo es que aleja los estímulos sociales y en el encierro no se usa el cerebro.