Bodas de brillantes
Este mes, la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) cumple 75 años de estar en vigor. Mucho se ha dicho sobre la ONU, sin embargo, no siempre se comprende su origen y menos el punto de inflexión que significó en la construcción progresiva de un orden tendiente al antropocentrismo.
En 1943, en medio de la guerra, ya se reconocía la necesidad de una organización internacional que sucediera a la Liga de las Naciones (Declaración de Moscú), y en 1944 tuvo lugar la Conferencia Dumbarton Oaks (Washington D.C.), que definió los fundamentos para la creación de la ONU.
China, Gran Bretaña, la Unión Soviética y los Estados Unidos sometieron, el 7 de octubre de 1944, a la consideración de los gobiernos y a los pueblos de todos los países, una propuesta de estructura de la organización mundial, a fin de que la estudiaran y discutieran.
Cinco órganos deberían integrar la organización, una Asamblea General compuesta por todos los miembros, un Consejo de Seguridad con miembros permanentes y no permanentes, un Consejo Económico y Social que funcionara bajo la autoridad de la Asamblea General, una Corte Internacional de Justicia y una Secretaría.
El objetivo central de la propuesta consistía en que correspondería al Consejo de Seguridad la responsabilidad de evitar nuevas guerras y a la Asamblea la posibilidad de estudiar, discutir y recomendar medidas para promover la cooperación internacional y zanjar situaciones susceptibles de menoscabar el bienestar social. Considerando -en principio- lo relativo al desarme y a la cooperación en la conservación de la paz y la seguridad.
Convencidos de que la falta de fuerzas armadas había hecho fracasar a la Sociedad de las Naciones en sus intentos de preservar la paz, proponían a los futuros Estados miembros el deber de poner sus fuerzas armadas a disposición del Consejo de Seguridad para impedir guerras y suprimir actos de agresión.
Solo hasta la Conferencia de Yalta, en 1945, acordaron el procedimiento de votación del Consejo de Seguridad y convocaron a una conferencia en San Francisco, el 25 de abril de 1945, para preparar la Carta de una organización que mantuviera la paz y la seguridad, sobre los criterios definidos en las conversaciones formales de Dumbarton Oaks.
La Conferencia de San Francisco debatió durante dos meses, con base en los lineamientos definidos en Dumbarton Oaks, sumó casi 400 reuniones de los diferentes comités y 10 sesiones plenarias en que se discutieron todo tipo de detalles, incluidos los más insignificantes.
Y aunque muchos observadores empezaron a vaticinar el fracaso de la Conferencia por los innumerables tropiezos, opiniones contradictorias y discrepancias, todas las crisis, gracias a la indeclinable convicción de los representantes de los Estados negociadores, fueron superadas.
Así, el 25 de junio, la Carta de las Naciones Unidas fue aprobada por unanimidad y al día siguiente suscrita, de forma solemne, por los representantes de 50 países. Polonia, que no estuvo representada, la firmó más tarde y se convirtió en uno de los 51 Estados miembros fundadores.
La existencia formal de la ONU empezó el 24 de octubre de 1945, después que la Carta fuera ratificada por China, Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido, los Estados Unidos y la mayoría de los demás signatarios. Todos los años en esa fecha se celebra el día de la ONU.