¿Otan a la carta?
Seamos serios, “la Otan no puede ser una alianza militar a la carta”, y agrega “no voy a dedicar mi tiempo a comentar cualquier idea tonta que surja durante esta campaña en Estados Unidos”. Estas fueron las palabras de Josep Borrell, alto representante de la Política Exterior y Defensa de la Unión Europea, con ocasión de la sugerencia de Donald Trump de que Estados Unidos no protegería a los miembros de la Otan que no cumplieran el objetivo de gasto de la Alianza (2% de su PIB).
El expresidente y casi seguro candidato republicano a la presidencia de los EE.UU., recordándonos su ligereza aseguró en un mitin que un presidente europeo de un “gran país” le había preguntado: “Si no pagamos y nos ataca Rusia ¿nos protegerán?”. Trump aseveró que al responderle fue enfático: “No, no los protegeré. De hecho, animaría -refiriéndose a Rusia- a que hiciera lo que le diera la gana (…) tienen que pagar sus facturas”.
Por su parte, el primer ministro belga, Alexander De Croo, venía advirtiendo -después de la aplastante victoria de Trump en los caucus de Iowa- que el posible regreso del expresidente a la Casa Blanca tras las elecciones en 2024 podría dejar a Europa “sola”. En la primera sesión plenaria del año del Parlamento Europeo, De Croo señaló que Europa no debería “temer” el regreso de Trump, si el 2024 nos trae de nuevo America First, “Europa será más que nunca Europa por su cuenta”. Es tiempo de colocar a Europa “sobre una base más sólida, más fuerte, más soberana, más autosuficiente”.
Para desvirtuar que se trata de uno de los acostumbrados y no pensados mensajes incendiarios de Trump, Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, reveló que el expresidente, en Davos, durante el Foro Económico Mundial de 2020, le dijo a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que Estados Unidos no ayudaría a Europa si era atacada, “tienes que entender que si Europa es atacada nunca vendremos a ayudarte y a apoyarte” y cerró con “por cierto, la Otan está muerta”.
La advertencia del expresidente y hoy candidato que cita Breton -realizada dos años antes de que Rusia invadiera Ucrania- amenaza con perturbar la estrecha alineación de Occidente respecto a Ucrania y, en Bruselas, también se teme un golpe para la economía europea, toda vez que un regreso de Trump pueda significar el fin de la tregua de las tensiones comerciales entre la UE y Estados Unidos. En 2018, cuando Trump presidía los EE.UU. impuso aranceles al acero y al aluminio de la UE, argumentando que los productos fabricados en el extranjero eran una amenaza para la seguridad nacional. La tregua acordada con el Gobierno de Biden para resolver el conflicto se ha venido prorrogando.
Entre tanto, Vladimir Putin, en una entrevista que otorgó al presentador estadounidense Tucker Carlson, redefinió varios pasajes de la historia. Se refirió a los orígenes del Estado ruso en el siglo IX, y dijo que Ucrania surgió como un Estado artificial y que Polonia colaboró con Hitler. Esta instrumentalización de la historia tampoco es nueva, en 2021 Putin escribió un ensayo de 5.000 palabras titulado “sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos”, texto que en su momento presagió la justificación intelectual desplegada por el Kremlin para su invasión de Ucrania. Crucemos los dedos para que las frases de campaña de Trump no presagien otra guerra.