No obstante la importancia de la anterior medida, pareciera que la “centrífuga” centralista es imparable, como lo comprueban los altos índices de concentración de las entidades estatales y de muchas de las empresas que están llegando al país, creando mayores oportunidades de empleos bien remunerados, y por ende, la migración hacia la capital de numerosos profesionales de provincia, ¡produciéndose una nociva fuga del talento regional!
Una clara demostración de lo anterior, es el hecho de que aproximadamente 50% de los beneficiarios de las becas que otorgan las diferentes entidades privadas y estatales a quienes pretenden realizar estudios de maestrías o doctorados en el exterior residen en Bogotá, cuya población solo representa 17% del total nacional, o sea que el número de becarios capitalinos es tres veces superior a su participación poblacional.
Otro claro ejemplo de lo nocivo que resulta para el país este esquema centralista, es el caso del Palacio de Justicia de Cali, que fue destruido por una bomba colocada por las Farc hace más de cinco años, obligando a trasladar los numerosos juzgados que allí funcionaban a diferentes sedes inadecuadas e inseguras. Pero lo increíble es que su reconstrucción solo se vino a ordenar dos años después de ese acto terrorista, ¡y hasta el momento solo una de sus dos torres ha sido habilitada!
Como creo que a Colombia le conviene tener un desarrollo homogéneo de sus regiones, sugiero que quienes habitamos en la provincia aunemos esfuerzos para lograr que los gobiernos nacionales de turno otorguen mayor autonomía a sus dependencias regionales, lo que a su vez se traduciría en mayor eficiencia para las empresas ubicadas por fuera de la capital.
Así mismo, deberíamos exigirles a los directivos de las aerolíneas que operan en el país que ofrezcan un mayor número de vuelos entre las regiones de provincia sin escalas en Bogotá, pues por ejemplo, para viajar de Cali a Bucaramanga o a algunas de las ciudades de la Región Caribe, nos toma más tiempo que trasladarnos de nuestra ciudad a Miami, ¡lo cual por supuesto dificulta la realización de negocios entre nuestras regiones!
Los empresarios de provincia debemos acordar una estrategia para lograr que Colombia tome conciencia sobre la importancia de cambiar el actual modelo centralista, que constriñe el desarrollo homogéneo de sus regiones, para planteárselo al presidente Santos, si resulta reelegido para un segundo mandato, o en caso contrario a quien resulte vencedor en las próximas elecciones presidenciales.