Analistas

El camino hacia los festivales sostenibles

Eva Barreneche López

Hace tan solo un par de meses, Bogotá recibió a más de 50 mil personas en el Festival Estéreo Picnic y justo esta semana se anunció la realización de la tercera edición del Festival Cordillera, y sí, sin duda, Bogotá es una ciudad musical en donde la cultura festivalera es capaz de construir un tejido social increíble, una plataforma que une a gente de “un mundo distinto”.

Si bien los festivales musicales como Coachella, Lollapalooza, o a nivel local el Cordillera o el Festival Estéreo Picnic, generan miles de empleos directos e indirectos, fomentan la cohesión social, tienen también un impacto ambiental significativo. La generación de residuos es alarmante, la congestión asociada al transporte y el consumo energético contribuyen a una huella de carbono considerable, entre otros problemas ambientales.

El desafío crucial radica en generar modelos de negocio sostenibles que reduzcan notablemente el impacto ambiental. ¿Cómo garantizar que los festivales no solo sean carbono neutro (que compensa lo que produce), sino carbono neto (que no producen emisiones de carbono)? ¿Es posible imaginar el Festival Estéreo Picnic producido únicamente con energías limpias? Este desafío demanda recursos tecnológicos y financieros, pero también un compromiso firme con la sostenibilidad a largo plazo sin afectar el core del negocio.

Es un proceso. Muchas empresas que organizan esta clase de eventos han sido pioneras en medir la huella de carbono festival tras festival con el fin de implementar medidas y soluciones basadas en datos. Por ejemplo, por primera vez el Festival Estéreo Picnic logró la implementación exitosa de la estrategia “Basura Cero”. En esta ocasión, logró un índice de aprovechamiento de residuos ordinarios de 48%, mientras que los residuos orgánicos, que normalmente terminan en el relleno sanitario doña Juana, fueron tratados y transformados en combustible con múltiples usos, fomentando así la circularidad de los residuos.

Según Camilo Bonilla, de la empresa Páramo Presenta (una de las productoras de esta clase de eventos), el concepto de sostenibilidad ambiental se define en la siguiente frase: ‘Si quieres cambiar el mundo, primero enfócate en conectar con tu vida, porque lo que el mundo necesita es gente conectada con la vida’. Los festivales son como microciudades, temporales y efímeras, que sirven como plataforma para promover nuevas formas de cuidado y responsabilidad ambiental. Es así como surge ‘Startup for future’, una red de startups comprometidas en diseñar soluciones innovadoras para los desafíos de sostenibilidad ambiental, desde una perspectiva social y financieramente viable. Este tipo de comunidades busca abordar problemas comunes en festivales y eventos similares.

Varias iniciativas de territorio inteligente buscan integrar componentes como el respeto a la diversidad, la sostenibilidad y la escalabilidad. Un ejemplo es “Páramo Impacta”, cuyo objetivo es abordar el reto de la sostenibilidad ambiental y al mismo tiempo fomentar nuevas plataformas para idear modelos de negocio que ofrezcan soluciones sostenibles y financieramente viables a los problemas ambientales.

El camino hacia la realización de festivales sostenibles es posible, sin embargo, persiste la necesidad de abordar de manera integral la ecuación que concilia tanto la sostenibilidad financiera como ambiental.

Los festivales pueden generar un impacto ambiental positivo, pero también necesitan ser financieramente viables, al fin y al cabo, este es el espíritu de los nuevos modelos de negocios sostenibles.

TEMAS


festival - Sostenibilidad - Coachella - Páramo