Un sector que crece a grandes pasos
Colombia se ha posicionado como, potencialmente, el segundo productor de cannabis más grande del mundo y posiblemente pueda convertirse en el principal productor. La fuerza laboral agrícola altamente capacitada, combinada con las condiciones de crecimiento óptimas, nos convierten en un centro estratégico para el cultivo de cannabis.
Para los que le estamos apostando a este nuevo sector de la economía es evidente que el panorama definitivamente pinta muy bien. Estamos creciendo a pasos agigantados, estamos invirtiendo en tecnología de punta, trabajando con las comunidades locales para generar verdaderas cadenas de valor en todos los niveles del proceso de producción y estamos logrando captar la atención de grandes inversionistas extranjeros que entienden el poder de este recurso para proveer mejor salud y mejor calidad de vida a gran parte de la población.
Precisamente aquellos que sufren con enfermedades tan comunes como migrañas, artritis y cólicos menstruales; o quienes padecen sufrimientos mayores como el síndrome de Chron, autismo o psoriasis y que, por contraindicaciones, los medicamentos tradicionales no son una opción viable, ven en el cannabis una alternativa efectiva, segura y de bajo costo para sus tratamientos.
A pesar de las proyecciones positivas, como las de Medcolcanna, en donde le apostamos a lograr US$32 millones en ventas para 2019, así como a producir ocho toneladas de aceite de cannabis y cultivar 7,5 hectáreas de tierra, todavía son muchas las barreras que no nos permiten caminar al paso que esperamos.
Apenas hace un par de años entró en vigor un marco regulatorio que permite el desarrollo del cannabis medicinal en el país y gracias a esto, muchos pudimos obtener licencias para cultivo y fabricación de derivados, con el fin de poner en marcha estos grandes proyectos. No obstante, el sector necesita que el Gobierno entienda la importancia de este nuevo jugador del mercado y de prioridad a la implementación de las regulaciones necesarias para el desarrollo y comercialización de productos, de tal manera que Colombia pueda convertirse en una potencia, no solo en producción de materias primas, sino en productos de mayor valor agregado, llegando a la producción de soluciones farmacéuticas para enfermedades específicas.
Entre tanto, seguimos apostándole firmemente a esta nueva industria con un alto componente de ventas en el exterior, ante la necesidad de avanzar en el marco regulatorio de la venta de productos a nivel local.
A pesar de encontrar mejores oportunidades de expansión en países de Europa y Estados Unidos, Colombia y Latinoamérica son mercados importantes y en la medida que avance la regulación para la comercialización de productos y se siga educando a la población frente al uso y los beneficios del cannabis medicinal, conseguiremos aumentar la demanda, así como la investigación y el desarrollo, para llegar con formulaciones más específicas y estandarizadas, permitiendo al país convertirse en un referente en el cultivo y en la industria farmacéutica.