Las industrias, los medios de comunicación y hasta los gobiernos requieren un fuerte componente de tecnología para poder competir y hacer su labor de manera eficiente. Recientemente, leí un documento de la Ocde en el que se describen las tendencias tecnológicas. Todo aquel que quiera sobrevivir debe saber que son el presente y el futuro. Aquí las describo:

El internet de las cosas: consiste en aparatos que pueden ser controlados por Internet. No serán solo los típicos celulares o computadores, sino una gran diversidad de objetos de todo tipo con sensores que recogen información. Se comunicarán con personas y de máquina a máquina.
Big data: son herramientas utilizadas para procesar vastas cantidades de datos. Entre sus principales usos se encuentra establecer relaciones entre datos y dependencias, y predecir resultados y comportamientos, lo cual irá desde retails hasta campañas políticas y cambiará radicalmente todas las industrias.

Inteligencia artificial: se basa en la capacidad de un sistema o máquina para adquirir y aplicar conocimiento mientras desarrolla actividades que requieren inteligencia para razonar, aprender y tomar decisiones. Estos robots pueden operar con autonomía.

Neurotecnologías: se trata de cualquier medio artificial que pueda interactuar con el cerebro y el sistema nervioso para investigar, acceder o manipular la estructura y función neural. Actualmente, se busca que la tecnología reemplace ciertas funciones del cerebro; por ejemplo, la optogenética que permite el control y manipulación de las neuronas.

Microsatélites: constantemente se ha reducido el tamaño y la capacidad de los satélites a un rango entre uno y 50 kilos y se construyen en pocos días. Son útiles en una amplia diversidad de sectores, como la defensa y la educación.

Nanomateriales: son elementos extremadamente pequeños (sus dimensiones externas están en la escala de 10^-9 metros) con propiedades muy particulares en términos ópticos, magnéticos y eléctricos. Estos son utilizados en varios tipos de industrias. Hoy el mercado es de 20 billones de euros y se estima que crecerá pues su reducido tamaño permite usos complejos.

Impresión 3D: se utiliza en la construcción de elementos mediante la agregación de capas de materiales tales como plástico, vidrio, metal y cerámica, entre otros. Originalmente, se usó para crear prototipos de manera rápida pero hoy es empleado para producir en minutos una gama de productos, desde casas hasta prótesis humanas.
Tecnologías avanzadas para almacenar energía: se basan en sistemas que absorben energías y las guardan de forma segura hasta que sean requeridas. Son críticas para solucionar las diferencias que existen entre la oferta de energía y su demanda.

Biología sintética: busca manipular el ADN en diferentes organismos con el propósito de diseñar y construir nuevas partes biológicas. A diferencia de la ingeniería genética tradicional, la biología sintética usa bloques de ADN que pueden, o no, existir en la naturaleza.

Blockchain: es una base de datos que facilita la transferencia de valor entre redes de computadores sin necesidad de un tercero, lo cual puede dar lugar a transacciones seguras. Se ha generalizado a través de bitcoin y es reconocido como el sistema financiero del futuro.
Que este sea el enfoque de nuestro empresariado, con un robusto apoyo del Estado.