Analistas

Infraestructura

Francisco Barbosa

Pensar el país pasa por abordar cada uno de sus sectores productivos. La infraestructura es uno de ellos. En la actualidad, la red primaria nacional tiene 18.000 kilómetros de vías, 10.000 no concesionados y 8.000 concesionados. De esos 10.000, 2.000 no están pavimentados y 43% de esas vías no concesionadas se encuentran en mal estado. Por otro lado, se destaca la red secundaria de 45.137 kilómetros que conecta cabeceras municipales y otras localidades y la red terciaria de 142.284 Km. Sobre estas dos redes, el trabajo es precario. La conclusión inicial es que el país está aislado y poco conectado. Nuestra condición es propia de la gran mayoría de países desarrollados del siglo XIX.

El actual gobierno no avanzó. Rompió el diálogo con el sector privado y olvidó que por cada billón de pesos de inversión en infraestructura se generan entre 30.000 y 35.000 empleos. Si tomamos en cuenta que esta administración a través del Anla, Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, ha bloqueado decenas de proyectos de infraestructura y existen más de 800 proyectos parados por 500 consultas previas pendientes, la situación comienza a ser calamitosa. Si a eso le sumamos que hay más de $100 billones parqueados en las fiducias, todo empieza a ser inmanejable.

Ante esto, el próximo Gobierno tendrá que dedicarse a cerrar el proyecto de las 4G y acelerar las 5G. Para ello, deberá publicarse cada mes un tablero nacional con el estado de ejecución de las obras. A 2030, el programa de las 4G debe terminar y el de programa de las 5G lograr 50% de ejecución en 2030.

Prioridades deben ser la ejecución los trenes de cercanía Bogotá- Cundinamarca, Valle del Cauca y Costa Caribe, la ampliación de la autopista norte Bogotá, la doble calzada Buga- Buenaventura, el dragado del Puerto de Buenaventura, la doble calzada Popayán- Pasto, la parte final de la doble calzada de Pasto- Ipiales, una parte de la doble calzada Chachagüí- Pasto, la vía San Francisco- Mocoa, la doble calzada Santana- Mocoa- Neiva que en 456 Kms une Caquetá- Putumayo- Huila, la vía de la altillanura Puerto Gaitán a Puerto Carreño, la doble calzada Barranquilla- Ciénaga con sus tres viaductos, la doble calzada Pamplona- Bucaramanga, entre otras.

Deberá reglamentarse la consulta previa a través de un gran acuerdo partidista en el Congreso de la República. Entregarse los permisos necesarios para reactivar el sector en 100 días, aplicando el silencio administrativo positivos para tramites no sustantivos por las entidades territoriales donde se hagan las obras. La Anla debe desaparecer y los permisos deben ser otorgados las mismas entidades territoriales.

La tercerización inteligente de las redes terciarias debe ser parte de la agenda. Hoy les entregan los negocios a las juntas de acción comunal que no conocen, ni tienen experiencia en obras de infraestructura. Para realizar esas redes debe plantearse las obras por impuestos, obras por regalías y APP en pequeña escala. Aplicar esto también para puentes modulares y placa huellas.

Deberá impulsarse la intermodalidad a través de tren, río y carretera. Para ello podríamos empezar por Bogotá- Belencito- hacer convenios con cementeras/aceros y aplicar de forma sería el plan de navegabilidad del río Magdalena. En ese punto, el impuso del metro de Bogotá, los sistemas integrados y la continuidad de las concesiones de aeropuertos es vital.

Si el próximo Gobierno toma en cuenta estos ejes de trabajo, seguramente el país crecerá más, habrá más empleo, mayor inversión y menos pobreza. No más carreta y manos a la obra.

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