Creación de valor
Las empresas que construyen modelos de negocios sostenibles, que cuentan con un gobierno corporativo sólido y que actúan con responsabilidad social estarán mejor posicionadas para generar valor en el largo plazo - valor del que dependen millones de personas para cumplir con sus objetivos financieros.
Hablemos del futuro. Ya sea que esté pensando en abrir un negocio, comprar una casa o incluso imaginando su retiro, todas estas metas requieren de un compromiso real con ese objetivo que se va a materializar dentro de mucho tiempo.
Empresas como BlackRock - mejor conocidas como gestoras de activos - se encargan precisamente de esto: de desarrollar sofisticadas estrategias de inversión para ayudar a las personas a lograr sus objetivos financieros de largo plazo.
Ahora, hablemos de inversión. Armar estrategias de inversión significa una responsabilidad enorme ya que se tiene presente que el dinero y los ahorros que los clientes depositan en gestoras como BlackRock no son de ellas, sino que estas compañías funcionan como un trampolín para llegar a la meta.
Es así como la función principal de las gestoras se convierte en construir y administrar portafolios con el objetivo de maximizar el retorno a la inversión de los clientes. Para ello, es necesario invertir en tiempo, tecnología y capital humano para calcular los riesgos e identificar oportunidades que resulten en el mayor beneficio económico en el largo plazo. Esa, en esencia, es la obligación fiduciaria en caso de BlackRock.
Una de las estrategias que BlackRock utiliza para cumplir con este propósito es invertir el dinero de sus clientes en miles de empresas públicas en distintas industrias alrededor del mundo. Alrededor del 90% de las inversiones de BlackRock en capital público - inversiones en empresas que cotizan en distintas bolsas - son en fondos indexados, es decir, aquellos que replican un determinado índice como el S&P 500. Mientras una empresa permanezca en dicho índice, BlackRock invertirá en ellas. Sus clientes se convierten no solo en pequeños accionistas representados por BlackRock, sino en inversionistas de muy largo plazo.
Seguro se preguntarán, si cada cliente representa a un pequeño accionista en cada una de estas empresas y, a su vez, estos clientes son inversionistas de largo plazo, ¿cómo asegurarse de que dichas empresas tomen en consideración los intereses económicos de los millones de clientes que BlackRock representa, y con ello, BlackRock pueda cumplir con su obligación fiduciaria? En efecto, es un reto titánico al cual la gestora responde con un equipo sumamente capaz denominado Investment Stewardship.
Hablemos de “Investment Stewardship”. Esta función juega un papel fundamental en ayudar a los clientes a navegar riesgos en cada una de las empresas públicas en las que se invierte en su representación. En otras palabras, se encarga de abogar por que las empresas públicas adopten gobiernos corporativos sólidos y modelos de negocio sostenibles que coadyuven a generar los rendimientos financieros de los que dependen los inversionistas - es decir, los clientes representados - para alcanzar sus metas financieras de largo plazo.
Hablemos de creación de valor. Gestoras de activos como BlackRock, a través de Stewardship, contribuyen a que más empresas adopten gobiernos corporativos sólidos y modelos de negocio sostenibles para poder identificar y manejar riesgos y generar valor hacia el futuro.